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La maldicion del perro

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Devoto

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Enviado Jueves, 14 de Diciembre de 2006 - 06:00 pm:   

La maldición del perro
por Madhavananda Das

Ocupar la posición de líder es una cosa seria, el Hari-bhakti-vilasa (1.77) declara:

quote:

rājñi cāmātyajā doṣāḥ patnī-pāpaṁ sva-bhartari
tathā śiṣyārjitaṁ pāpaṁ guruḥ prāpnoti niścitam

Los pecados del asesor recaen en su rey, los pecados de la esposa recaen en su marido, de la misma forma un guru recibe los pecados de su discípulo. Eso es seguro.
Srila Prabhupada ha descrito el servicio ingrato y peligroso de un director de una institución:

quote:

...si nosotros no comprendemos la responsabilidad...tal como en un establecimiento un hombre es ascendido; su primer puesto es conserje, luego gradualmente es ascendido pudiendo llegar a ocupar el cargo de gerente; tal como en un banco, eso sucede, deben pasar a través de todas estas diferentes etapas de servicio, así cuando se vuelve gerente si él no comprende la responsabilidad, entonces de nuevo cae a la posición más baja y otra vez tiene que esforzarse por conseguir la cúspide. Si nosotros olvidamos nuestra responsabilidad y nos volvemos como los gatos y los perros, entonces regresaremos una vez más para tener las formas de gatos y perros.

[Conversación en una habitación, Los Ángeles, 14 de Junio de 1972]


Aunque algunos eruditos consideran la siguiente historia como que está interpolada, no obstante se encuentra en la mayoría de las ediciones de Valmiki Ramayana, Uttara Khanda. La presentamos aquí porque ilustra muy bien los conceptos expresados arriba por Srila Prabhupada:

quote:

Un día por la mañana el de ojos de loto, Rama, llegó a la Sala de Consejo Real junto con Vasistha y Kasyapa para atender los deberes de la administración del Estado, la Sala de Consejo consistía de ministros, personas expertas en prácticas comunes, maestros de leyes, diplomáticos, reyes y otras personas respetables. La asamblea exaltada de Sri Rama parecía como la asamblea de Indra, Yamaraja o Varuna. Rama le ordenó a su hermano: "¡Oh Lakshman de largos brazos!, ve a la entrada del palacio y cerciórate si alguien ha llegado con alguna petición".

Lakshman pronto regresó y dijo: "¡Oh Señor!, parece que no hay nadie en el reino de Kosala que esté necesitado de algo".

Sin embargo Rama insistió: "ve otra vez y mira más cuidadosamente, no quiero ser acusado ni siquiera de la más leve negligencia, ni quiero que la más ligera porción de adharma pase desapercibida en Mi reino".

Lakshman fue de nuevo y se percató de un perro que estaba sentado cerca de la entrada del palacio con su cabeza sangrando, mientras miraba a Lakshman el perro gemía tristemente; entonces Lakshman le preguntó: "¿Qué te ha pasado?, ¿por qué has venido aquí? Por favor no temas y cuéntame todo".

El perro respondió: "Deseo hablar directamente con el Señor Rama cuyos pies de loto conceden la ausencia del temor y quien es el refugio del afligido".

A lo que Lakshman dijo: "Si tienes algo que decir, entonces eres bienvenido ha hablar con el propio Rey".

lakṣmaṇasya vacaḥ śrutvā sārameyo ’bhyabhāṣata
devāgāre nṛpāgāre dvija-veśmasu vai tathā
vahniḥ śata-kratuś caiva sūryo vāyuś ca tiṣṭhiti
nātra yogyāstu saumitre yonīnām adhamā vayam

Después de escuchar a Lakshman el perro le respondió: "Agni el semidiós del fuego, Indra el rey del cielo, Surya el semidiós del sol y Vayu el semidiós del viento están todos presentes en los templos, el palacio del rey, y en las moradas de los brahmanas. Criaturas de bajo nacimiento como yo no son aptos para entrar a estos lugares. [Textos 60.20-21].

"El rey es la personificación de dharma, siempre habla la verdad, es experto en la pelea y está dedicado al bienestar de todos. Sri Rama conoce la apropiada dispensación de justicia, es omniciente y es el principal entre aquellos que otorgan placer a los demás. Él es el semidiós de la luna, la muerte personificada, como también los semidioses de la riqueza, fuego, agua y del sol. Sri Rama es Indra, el rey de los semidioses y es el protector de sus súbditos. ¡Oh Laksman, díle que sin Su permiso no quiero entrar al palacio real".

Cuando Lakshman informó del asunto, Rama inmediatamente ordenó: "¡Quienquiera que sea, condúcelo dentro sin demora!

Luego el perro humildemente llegó ante Rama y dijo: "¡Oh Señor!, el rey es el representante de la Suprema Personalidad de Dios, así él es el salvador de todas las criaturas; mientras que otros duermen pacíficamente el rey permanece alerta, siempre trabajando para el beneficio de sus súbditos. Sin embargo, ya que todo depende de él cuando un rey es negligente sus súbditos muy pronto perecen, el rey es el defensor de los principios religiosos y así reprime las fuerzas del mal. Aquellos que siguen los principios religiosos experimentan felicidad en esta vida y en la próxima. Por lo tanto el rey recibe gran mérito por sustentar el dharma. ¡Oh Rama!, Usted es un módelo de un rey religioso. Con mi cabeza colocada a Tus pies de loto yo busco Tu misericordia, no Te enojes con lo que tengo que decir".

Rama le volvió a asegurar al perro diciéndole: "¡Continúa! ¡Habla sin temor!

Alentado así el perro continúo: "Un brahmana mendicante de nombre Sarvartha-siddha ha herido mi cabeza aunque no había falta de mi parte".

Inmediatamente, Rama envió a sus hombres para traer a Sarvartha-siddha. Un poco después, cuando el brahmana llegó ante Él, Rama le preguntó: "¿Por qué golpeaste a este perro? ¿Cuál fue su falta?

krodhaḥ prāṇa-haraḥ śatruḥ krodho mitra-mukho ripuḥ
krodho hy asir mahātīkṣṇaḥ sarvaṁ krodho ‘pakarṣati

La ira es un enemigo mortal, un enemigo que habla bellamente bajo el atuendo de un amigo. Es como una espada afilada que destruye todo. [Texto 61.21]

tapate jagate caiva yaś ca dānaṁ prayacchati
krodhena sarvaṁ harati tasmāt krodhaṁ visarjayet

La ira nulifica cualquier sacrificio y las austeridades que uno ha realizado como también cualquier caridad que uno ha dado. [Texto 61.22].

indriyāṇāṁ praduṣṭānāṁ hayānām iva dhāvatām
kurvitā dhṛtyā sāradhyaṁ sahṛtyendriya-gocaram

Por lo tanto uno debe dejar la ira y así como un conductor controla un carruaje, uno debe controlar los sentidos los cuales corren hacia sus objetos como caballos peligrosos. [Texto 61.23]

manasā karmaṇā vācā cakṣuṣā ca samācare
śṛeyo lokasya carato na dveṣṭi na ca lipyate

Mediante nuestros pensamientos, palabras y actos uno debe hacer el bien a los vecinos. No se debe dañar a otros, el pecado no se aproximará a alguien que se comporta así. [Texto 61.24]

na tat kuryād asis tīkṣṇaḥ sarpo vā vyāhataḥ padā
arir vā nitya-saṅkruddho yathātmā dur-anuṣṭitaḥ

El daño que puede ser realizado por una mente descontrolada es más grande que el realizado por una espada afilada, una serpiente venenosa a la que se ha pisado, o a un enemigo al que se ha provocado. [Texto 61.25]

vinīta vinayasy āpi prakṛtirna vidhīyate
prakṛtiṁ gūhamānasya niścayena kṛtir dhruvā

Pese a realizar un show externo de comportamiento social apropiado, nuestra naturaleza será revelada por nuestras acciones. [Texto 61.26]

Entonces el brahmana respondió: "Estaba caminando por mucho tiempo, mendigando por limosnas, cuando me topé con este perro sentado en medio del camino obstruyendo mi camino le dije '¡abre paso!', pero él se levantó lentamente y yo lo golpeé con mi báculo, estaba muerto de hambre y mi ira facilmente se incitó. ¡Oh rey!, admito mi culpa, me puede castigar como estime conveniente para salvarme de caer en una condición infernal de vida".

Rama volteó hacia Sus ministros y les preguntó: "¿Qué castigo se le debe dar? Se debe hacer justicia porque nada inculca mas confianza en las mentes de la gente que la aplicación de castigos justos a todos los delicuentes".

Bhrigu, Angira, Vasistha, Kasyapa y otros conocedores de los principios religiosos respondieron: "Un brahmana nunca debe ser castigado, ésta es la opinión unánime de los versados en raja-dharma. Aún así, ¡oh Rama!, Usted es el juez definitivo, porque Usted es el Señor del universo entero, eres el propio Señor Visnu, por consiguiente lo que sea hablado por Ti es religión eterna".

Entonces el perro interrumpió diciendo: "¡Oh rey me has preguntado '¿qué puedo hacer por ti?', si realmente deseas complacerme bondadosamente nombra a este brahmana como el director del monasterio de Kalanjara".

Rama cumplió la solicitud del perro y así el complacido brahmana, Sarvartha-siddha se volvió homenajeado como un líder espiritual y fue colocado en el lomo de un magnificiente y adornado elefante; sin embargo al ver esto los ministros se volvieron bastante disgustados y protestaron: "¡Oh rey, esto no puede ser considerado un castigo! ¡En lugar de castigar al brahmana le has otorgado una posición exaltada!"

Rama les respondió: "Ustedes no comprenden las complejidades del karma, sin embargo el perro sí".

Luego a pedido de Rama el perro explicó: "En mi vida pasada fui el director del monasterio de Kalanjara, debidamente adoré a las Deidades y a los brahmanas y siempre comí prasadam, realicé mis deberes sagrados cuidadosamente y mantuve apropiadamente a los criados y criadas. Era modesto, de buen comportamiento y estaba siempre ocupado en hacerle el bien a todos los seres vivientes. A pesar de haber tomado mucho cuidado debido a una falta desconocida tuve que tomar el nacimiento más bajo como un miserable perro. Si a pesar de haber tomado tanto cuidado tuve que nacer así, entonces ¡ni qué decir de este brahmana! Él es colérico, cruel y rudo; no puede controlar su ira y se ocupa en hacerle daño a los demás, ciertamente él no es apto para ser un acarya. Por su audacia en aceptar tal posición será degradado por siete generaciones.

"Por lo tanto si deseas condenar a alguien en el infierno, ponlo a cargo de los brahmanas, vacas, y de la adoración de la Deidad, quiensea que robe a los brahmanas, a los semidioses, mujeres y niños será arruinado, como alguien que toma de vuelta un regalo que voluntariamented ha dado. En realidad, incluso el solo pensamiento de robar a los semidioses y brahmanas enviará a un hombre a los infiernos más bajos".

Al acabar de decir esto, el perro inmediatamente partió mientras Rama y los demás sentados quedaron admirados y boquiabiertos. Aunque previamente nacido en una familia muy elevada, ese ser viviente de algún modo tuvo que aceptar el cuerpo de un perro. Después de marcharse de la corte real de Ayodhya el perro abandonó su vida al abstenerse de comer y beber con la esperanza de alcanzar un mejor nacimiento.
Ahora alguien pudiera argumentar que ya que el Señor dió la posición exaltada al brahmana Sarvartha-siddha, ¿cómo podía haber algún peligro en aceptarla? Ciertamente no hay falta inherente en aceptar la posición de un líder. Por ejemplo Maharaja Priyavrata en el quinto canto del Srimad-Bhagavatam comprendemos que si se acepta una posición para el placer de Guru y Krishna, entonces se es protegido del enredo material. Srila Prabhupada ha descrito:

quote:

Priyavrata no recibió de buena gana la sugerencia de su padre Svayambhuva Manu quien le pidió que asumiese la responsabilidad del gobierno del mundo. Esto es característico de los grandes devotos liberados. Aunque se ocupen en asuntos mundanos no se complacen en esas ocupaciones, sino que permanecen siempre absortos en el servicio del Señor y mientras ofrecen ese servicio al Señor resuelven los asuntos mundanos externos sin verse afectados por ellos...Este verso afirma que el príncipe Priyavrata alcanzó rápidamente la etapa perfecta de Conciencia de Krishna sirviendo a los pies de loto de su maestro espiritual. Esta es la única manera de avanzar en la vida espiritual.

[Srimad-Bhagavatam, 5.1.6 Significado]

En este verso, por el contrario veremos que el rey Priyavrata tuvo que ser convencido por el señor Brahma para que aceptara el puesto de emperador de todo el universo. Su padre, Svayambhuva Manu, también se sintió aliviado al confiar a Priyavrata el gobierno del universo. Entonces se hace evidente que en la época védica los reyes y jefes ejecutivos del gobierno nunca asumian sus cargos por cuestión de complacencia sensorial. Estos reyes sublimes famosos con el nombre de rajarsis gobernaban con la finalidad exclusiva de mantener y proteger al reino para el bienestar de los ciudadanos. La historia de Priyavrata y Svayambhuva Manu nos muestra que esos monarcas ejemplares y responsables desempeñaban sus deberes en el gobierno de un modo desinteresado, manteniéndose siempre apartados de la contaminación del apego material.

[Srimad-Bhagavatam 5.1.22 Significado]


Sin embargo a diferencia de Maharaja Priyavrata, Sarvartha-siddha aceptó la posición de director del monasterio de Kalanjara no para el servicio del Señor sino para su propio engrandecimiento} el perro comprendió esto y así supo que el brahmana sería apropiadamente castigado a su debido tiempo.

FIN

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