   
Tryadhis dasa (VBD)
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| | Enviado Viernes, 11 de Abril de 2003 - 06:40 am: |  |
Por supuesto que uno debe pensar favorablemente en Dios, pero es significativo notar que Él es tan poderoso, que incluso los demonios pueden ser purificados al pensar en Él. Queriendo exhibir Su potencia en la lucha, el Señor Supremo escogió a Jaya y Vijaya como Sus oponentes. Por Su gracia, ellos se volvieron tan fuertes que únicamente el Señor Mismo podría derrotarlos. Por consiguiente, cuando Jaya y Vijaya tomaron sus primeros nacimientos como Hiranyaksha e Hiranyakashipu, ellos fueron muertos por el Señor que apareció como el Señor Varaha (el jabalí) y el Señor Nrishimha (mitad hombre, mitad león), respectivamente. En sus segundos nacimientos, ellos vinieron como Ravana y Kumbhakarna, y fueron muertos por el Señor Ramachandra. Y en su tercer nacimiento, ellos aparecieron como Sisupala y Dantavakra, y fueron muertos por el Señor Krishna. Para entonces, ellos ya podían retornar a Vaikuntha, y reasumir sus puestos como guardianes de la morada trascendental.
Después de escuchar la petición de los semidioses de liberar al universo del problemático Ravana, el Señor Brahma consideró varias soluciones. Finalmente dijo: "en verdad, yo he otorgado una gran bendición a Ravana, por la cuál él no puede ser muerto por ningún gandharva, semidiós, rakshasa, naga, o habitante de los sistemas planetarios inferiores. Sin embargo, Ravana no pidió invencibilidad contra los seres humanos. Por consiguiente, oh semidioses, tengan confianza de que muy pronto el Señor liberará al universo de este demonio."
Mientras Brahma hablaba con los semidioses, la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Vishnu, apareció repentinamente en el cielo, montado sobre la espalda de Su portador alado, el gran ave Garuda. A medida que el Señor Supremo se aproximó, Su refulgencia trascendental lo iluminó todo, en todas las direcciones. El Señor utilizaba vestimentas amarillas, y Sus cuatro manos sostenían una caracola, un disco, una flor de loto, y un mazo. Él estaba decorado con ornamentos de oro, y en Su pecho estaban la joya Kaustubha Mani, y la marca Srivatsa. Al ver al Señor, todos los semidioses le ofrecieron reverencias.
El Señor Brahma entonces dijo: "oh poderoso Señor Vishnu, Tú eres el amo de todos los semidioses, incluyendo al Señor Shiva. Por favor, encarna en esta Tierra como el hijo del rey Dasaratha, y mata al demonio Ravana, quien está atemorizando a los tres mundos. Este poderoso rakshasa está oprimiendo a todos, semidioses y sabios. Debido a que deseamos que él sea exterminado, hemos venido aquí para buscar Tu protección. Oh castigador del enemigo, Tú eres el recurso supremo y el refugio para todos nosotros. Por favor, desciende a este mundo material, y destruye a nuestros enemigos".
Escuchando la humilde súplica de los semidioses, el Señor Vishnu estuvo de acuerdo en aceptar al rey Dasaratha como Su padre, tomando nacimiento en los vientres de las principales esposas del rey. Luego, deseando el bien a los semidioses, se despidió y se fue a Su morada, los planetas Vaikuntha.
El sabio Rishyasringa terminó el sacrificio asvamedha, y el rey Dasaratha dio la mitad del prasadam del Señor Vishnu, el alimento sagrado del sacrificio, a su esposa Kausalya, y la otra mitad a sus esposas Kaikeyi y Sumitra.
Después del sacrificio, el Señor Brahma habló a los semidioses: "por favor, procreen manifestaciones parciales de ustedes mismos en vientres de simios. Esta progenie debe ser igual a ustedes en fuerza, estar bien versada en la literatura védica, y debe estar provista de todos los poderes místicos. Ellos deberán ser también muy inteligentes, ágiles, y expertos en la guerra. Ellos asistirán al Señor Vishnu para matar al jefe de los rakshasas, Ravana, y también a sus seguidores. En verdad, su caudillo Jambavan ya ha sido procreado por mí, habiendo nacido de mi boca cuando estaba bostezando".
Después de escuchar esto, todos los semidioses, rishis y sabios procrearon miles de heroicos monos con el propósito de cooperar con el Señor Vishnu. El Señor Indra, el principal de los semidioses, procreó a Vali, quien le igualaba en fuerza. El dios del Sol, Vivasvan, procreó a Sugriva, el hermano menor de Vali. El gran sabio Brihaspati, el maestro espiritual de los semidioses, procreó al poderoso mono Tara, quien era muy inteligente. Kuvera, el Señor de la riqueza, procreó al mono Gandhamandana. Visvakarma, el arquitecto de los semidioses, procreó al poderoso mono Nala. El dios del fuego, Agni, procreó al glorioso y valiente Nila. Los ricos y hermosos Asvini Kumaras procrearon a los monos Mainda y Dvivida. Varuna, el semidiós del agua, procreó al mono Sushena. Parjanya, el dios de la lluvia, procreó a Sarabha. Y el dios del viento, Vayu, procreó a Hanuman. De todos los monos, Hanuman era el más fuerte y el más inteligente. Él podía resistir la fuerza de un rayo, y era tan veloz como el propio Señor Vishnu.
Las principales apsaras, las mujeres vidyadharas, las esposas de los nagas, y las mujeres gandharvas también dieron a luz a niños que tenían forma de monos, provistos con cuerpos colosales y poderes místicos.
Cada mono tenía la potencia de miles de elefantes. Únicamente con sus brazos, los monos podían desarraigar árboles gigantescos, y arrojar rocas enormes con gran fuerza. Todos ellos tenían dientes y garras extremadamente filosos, capaces de arrancar el corazón de cualquier rakshasa. De hecho, ellos podían agitar el mar con su energía, y pulverizar la tierra simplemente caminando. Y sus piernas eran tan poderosas que podían cubrir grandes distancias de un brinco, y saltar hasta las nubes. Sus manos eran tan fuertes que podían capturar elefantes, y su rugido era tan poderoso que podía colapsar a los pájaros del cielo. Más aún, estos monos podían asumir cualquier forma que ellos desearan.
Viviendo entre montañas y bosques, ellos buscaron la protección de sus jefes. Algunos monos seguían a Vali y a Sugriva, mientras que otros seguían a Nala, a Nila, a Hanuman y a otros líderes. Todos los monos, sin embargo, consideraban a Vali como su rey y Señor. Los jefes monos eran tan grandes que parecían las nubes masivas que coronan los picos de las montañas. En verdad, recibieron estos cuerpos gigantescos simplemente para asistir al Señor Ramachandra.
Después del sacrificio asvamedha-yajña dirigido por el sabio Rishyasringa, el rey Dasaratha vivió dichoso en su capital. Sus principales esposas estaban embarazadas, habiendo tomado parte del prasadam del sacrificio en honor al Señor Vishnu, y ellas se veían más refulgentes que el Sol. Sintiéndose enormemente satisfecho, el rey esperaba que el Señor Supremo en persona tome nacimiento como su hijo.
Un año íntegro después del sacrificio, cuando la estrella Punarvasu estaba ascendiendo, el Sol estaba en Aries, Marte en Capricornio, Saturno en Libra, Júpiter en Cáncer, y la Luna en Piscis, la mayor de las reinas de Dasaratha, Kausalya, dio nacimiento al Señor Rama, quien era el Señor del universo, la Suprema Personalidad de Dios, el propio Señor Vishnu.
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