.

Rama Navami 2

Istagosthi Virtual » Noticias y Pasatiempos » Festivales » 2003 » Rama Navami 2 « Previo Próximo »

Autor Mensaje





Tryadhis dasa (VBD)

Nombre de Usuario: Tryadhis

Mensaje Número: 23
Registrado: 02-2003
Enviado Viernes, 11 de Abril de 2003 - 06:37 am:   

Aunque la gente de hoy en día desea tal paz y armonía, no sabe cómo lograrla. Se llevan a cabo conferencias de paz para terminar con los conflictos, y se establecen comisiones para restaurar la justicia social; pero hasta que no se aprenda del Señor -o de Su representante- que el éxito viene cuando se obedecen las leyes de Dios, esos esfuerzos se verán frustrados. No podemos romper los mandamientos de Dios sin ser aprehendidos por la naturaleza material, y nos vemos luego forzados a sufrir las reacciones de nuestras actividades pecaminosas.
Más aún, no podemos continuar usurpando la propiedad de Dios sin ser apresados, tal como se encarcela a un ladrón común. El Isopanishad establece que todo es propiedad de Dios. Si nosotros reclamamos Su propiedad para nuestro propio disfrute sensorial, con seguridad sufriremos. Únicamente cuando todo se utiliza para Su servicio, de acuerdo a Su deseo, puede prevalecer la paz. Sólo si hacemos de Dios el centro de nuestras vidas, y si Lo reconocemos como el supremo propietario, podremos disfrutar automáticamente de paz y prosperidad, tal como los ciudadanos de Ayodhya.

En cuestiones de administración, el rey Dasaratha estaba asesorado por ocho ministros muy cualificados, quienes eran veraces, humildes, dóciles, honestos, y autocontrolados. Además de estar bien versados en los Vedas, estos ministros sabían cómo aplicar el conocimiento védico en la vida diaria. Siendo kshátriyas, ellos también eran expertos en el uso de armas, y su poder en las artes marciales era extraordinario. Mas, debido a que ellos eran bondadosos con los ciudadanos, eran alabados por todo el mundo.
En asuntos espirituales, Dasaratha era asesorado por dos sabios prominentes: Vasishtha Muni y Vamanadeva, quienes eran también sus sacerdotes de familia. Otros sabios en la corte eran Suyajña, Jabali, Kasyapa, Gautama, Markandeya y el gran bráhmana Katyayana. Tal como el Señor Vishnu vive en el mundo espiritual con todos los residentes de Vaikuntha, el rey Dasaratha vivía en Ayodhya con todos sus ministros, sacerdotes y ciudadanos.
El rey Dasaratha tenía trescientas cincuenta esposas, de las cuales tres eran las principales: Kausalya, Kaikeyi y Sumitra. Sin embargo, a pesar de tener tantas esposas, el rey Dasaratha tenía únicamente una niña, llamada Shanta, que fue cedida en adopción al rey Romapada de Angas, quien no tenía niños. Estando Dasaratha entrado en años, y deseando procrear un hijo varón para continuar la dinastía, el rey reunió a todos sus consejeros, y les transmitió su preocupación.
"No hay felicidad en mi vida, porque durante todos estos años he deseado un hijo. Ahora haré un pedido a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Vishnu. Es mi deseo ejecutar el asvamedha-yajña. Por favor, ¿podrían hacer los arreglos adecuados?"

A pesar de su riqueza y poder, el rey Dasaratha no podía controlar su propio destino. Incluso teniendo tantas esposas, no pudo engendrar un hijo. Podemos desear muchas cosas, pero debemos siempre depender de la Suprema Personalidad de Dios para satisfacer nuestros deseos. El hombre propone y Dios dispone. Conociendo esto, el rey Dasaratha pidió a los sacerdotes que preparasen un sacrificio.

"Sí, haré los arreglos para el placer del Señor Vishnu", aseguró Vasishtha Muni al rey. Entonces, para reunir los ingredientes necesarios para el sacrificio, Vasishtha se fue a la ribera norte del río Sarayu.
El principal ministro del rey, Sumantra, le contó al rey en privado: "oh rey, cierta vez el gran sabio Sanat-Kumara predijo que tú procrearías cuatro hijos. Él sugirió que si tu hija Shanta se casaba con el sabio Rishyasringa, éste podría hacer que tú tengas hijos, a través de una súplica a la Suprema Personalidad de Dios mediante el sacrifico asvamedha. Estos cuatro hijos no serían seres mortales ordinarios, sino expansiones del propio Señor Vishnu. Debes dirigirte a la ciudad del rey Romapada, y personalmente traer al sabio a Ayodhya con todos los honores".
Complacido con estas palabras, el rey Dasaratha fue a visitar al rey Romapada, quien lo estimaba como a un amigo y lo recibió con toda pompa. Al cabo de siete días, el rey Dasaratha llevó a Rishyasringa y a Shanta a Ayodhya.
En Ayodhya, el rey Dasaratha humildemente dijo a su nuevo yerno: "Por favor haz lo necesario para continuar la dinastía de Ikshvaku".
"Yo ejecutaré el sacrificio mediante el cual cuatro hijos nacerán de ti", respondió el sabio Rishyasringa quien, aunque joven, era un gran devoto del Señor Vishnu. "De esta manera, tu dinastía será preservada".
Rishyasringa entonces hizo los preparativos. Cuando todo estuvo listo, se sentó en un lugar sagrado hecho de hierba kusha, y, siguiendo los rituales védicos, vertió oblaciones en el fuego del sacrificio. A medida que el sacrificio se realizaba, el Señor Brahma y otros semidioses aparecieron personalmente para aceptar sus ofrendas.
En ese instante, todos los semidioses se aproximaron al Señor Brahma, el creador del universo, y dijeron: "querido Brahma, estamos siendo acosados por Ravana, el gran rakshasa, y es imposible para nosotros derrotarlo, porque tú lo has recompensado con bendiciones por sus severas austeridades. Ahora, este demonio malvado está agrediendo a todos dentro de los tres mundos. Él incluso intenta derrotar a Indra, el rey de los planetas celestiales. Sin temor atormenta a los grandes rishis, gandharvas, bráhmanas, y otros, sin distinción. Oh Brahma, tememos enormemente a este rakshasa. Por favor encuentra una forma de destruirlo".

La historia de las encarnaciones de Ravana es una interesante historia. Originalmente, Ravana y su hermano Kumbhakarna habían resguardado las entradas de Vaikuntha, la morada eterna del Señor Supremo. En ese entonces sus nombres eran Jaya y Vijaya. Debido a que ellos ofendieron a los cuatro Kumaras, quienes eran grandes sabios, los Kumaras los maldijeron para que nacieran en el mundo material. Cuando el Señor Supremo Vishnu les informó que ellos podrían tomar siete nacimientos como devotos, o tres nacimientos como demonios, ellos escogieron un exilio más corto, como demonios, debido a que los residentes de Vaikuntha deploran la separación de los pies de loto del Señor. Sin embargo, recibieron la bendición de nunca olvidar al Señor mientras estuvieran en la Tierra. Así ellos se consideran asociados eternamente liberados del Señor Vishnu (nitya-siddha). Incluso por pensar en el Señor de una forma enemistosa como lo hacen los demonios, uno puede ser liberado.

Agregue su Mensaje Aquí
Envío:
Negrita Itálica Subrayado Crear hiperenlace Insertar una imagen prediseñada

Usuario: Información de envío:
Esta es un área privada, sólo los Usuarios Registrados y los Moderadores pueden enviar mensajes desde aquí.
Contraseña:
Opciones: Permitir código HTML en el mensaje
Actvar URLs automáticamente en el mensaje
Acción:


Administración

Terminar Sesión
Dona al Istagosthi Virtual

Página Previa

Próxima página