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Volumen 6 - Capítulo 2 - ¡Tsunami¡

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Enviado Domingo, 08 de Julio de 2007 - 12:09 am:   


Diario de un Predicador Viajero Volumen 6 - Capitulo 2
¡Tsunami!
Sri Lanka del 25 de Diciembre del 2004 al 11 de Enero del 2005


Al igual que la mayoría de la gente a las primeras horas del 26 de Diciembre de 2004 no tenía ni la menor idea de lo que la palabra tsunami significaba, “he sido un turista en la playa de Phuket, Tailandia, en el fatídico día en que me encontraba tomando sol cuando “la ola del puerto” (la traducción japonesa para tsunami) golpeó”, probablemente no habría tenido cuidado si un científico de vacaciones viendo el mar de forma misteriosa, retrocede varios cientos de metros gritando la advertencia: “¡Tsunami, Tsunami!” corriendo por su vida, él sobrevivió, pero el resto de la playa no lo hizo.

Tal vez nunca se sepa el número de muertes que la mortal ola causó en 12 países alrededor del Océano Índico, pero se estima que más de 200,000 personas perdieron sus vidas y varios miles más se encuentran perdidos. 500,000 han sido damnificados y varios otros millones se han quedado sin hogar.

Justo había llegado a Australia para participar del maratón de Navidad del templo de Sydney, el día siguiente de Navidad estábamos volviendo muy felices de un harinam por las concurridas calles de Sydney cuando vi en los titulares de los periódicos la palabra tsunami por primera vez, “¡grandes olas han devastado áreas populosas del océano Indico!” gritaba un vendedor.

En horas el mundo ya estaba educado a cerca del mortal fenómeno llamado tsunami, el evento fue causado por un poderoso terremoto submarino cerca de Indonesia. La energía liberada por el terremoto fue equivalente a 40,000 “little boy” –la bomba atómica detonada sobre Hiroshima, fue equivalente a billones de voltios de electricidad. La explosión fue tan fuerte que estudios demuestran que la tierra tal vez se haya movido de su eje al menos tres centímetros y que la extensión del día haya sido alterada algunos microsegundos. Tan fuerte fue el terremoto que las islas ubicadas al sudoeste de Sumatra (cercanas al epicentro) se movieron más de 20 metros.

El terremoto creó olas de 10 metros que se movían a velocidades de hasta 750 k/h a través del océano y eventualmente, golpeando áreas muy pobladas.

El resto es historia, los medios fueron saturados con las noticias de destrucción causadas por las olas.

Al igual que millones alrededor del mundo me senté con descreimiento mientras leía los reportes, dentro de las siguientes horas las tareas de rescate comenzaron en todos los países afectados incluyendo Indonesia, Tailandia, India y Sri Lanka. Una ayuda sin precedentes de todo el mundo logró que se juntaran más de 5 billones de dólares para los trabajos de recuperación.

Un devoto del Señor no es insensible a tales catástrofes, no lo deja pasar simplemente como un karma global, por su naturaleza un devoto es sensible a los sufrimientos de los otros, aunque la preocupación de Arjuna por los miembros de su familia y su sufrimiento es a menudo analizado como una debilidad, también se la describe como una característica de un devoto puro:

quote:

Cualquier hombre que posea una devoción genuina por el Señor posee todas las buenas cualidades... por lo tanto, justo después de ver a sus parientes, amigos y familiares en el campo de batalla, Arjuna fue inmediatamente sobrecogido por la compasión por aquellos quienes habían decidido luchar entre ellos... él lloraba de compasión. Tales síntomas de Arjuna no se debían por una debilidad sino por su gran corazón, una característica de un devoto puro del Señor.

[Bhagavad-gita 1.28, significado]


Cuanto más los medios revelaban el sufrimiento causado por el desastre, más pensaba en ayudar en las tareas de salvamento, aunque usualmente me encuentro ocupado por mis varias responsabilidades, irónicamente en ese momento tenía el tiempo. Justo después del año nuevo estaba planeando viajar a Durban, Sudáfrica, para descansar por un mes.

Los últimos doce meses han sido particularmente intensos y necesitaba tiempo para recuperar mi salud, también ansiaba tener algo de tiempo para leer y cantar. Lo cual planeaba hacer en Vrindavana durante el mes de Kartika, pero sacrifiqué ese tiempo para llevar a mis discípulos en parikramas. Luego de pensarlo bastante concluí que lo mejor para mi salud física y espiritual sería continuar con lo planeado, ir a Durban.

El 2 de Enero tomé un vuelo de Sydney a Bombay y de allí a Durban, mientras pasaba por el aeropuerto fui bombardeado por la cobertura de los medios sobre la tragedia. Los periódicos y revistas aún tenían en sus portadas los reportes sobre la devastación, los televisores en las áreas de espera mostraban escenas que rompían el corazón y que apelaban por ayuda.

Me detuve brevemente afuera de un café y me uní a un grupo de gente que miraba las noticias que describían que aún algunas áreas remotas cerca de Indonesia no habían recibido la ayuda de los grupos de salvamento, decía que tribus indígenas enteras cercanas a las islas hindúes de Andaman y Nicobar pudieron haber perecido. Apenas, sonriendo el reportero describió como un número de flechas prendidas con fuego eran disparadas hacia un helicóptero de rescate desde la jungla desde una pequeña isla sugiriendo que al menos habría algunos sobrevivientes, pero al mirar a mi alrededor nadie estaba sonriendo, no encontraron nada humorístico en la tragedia.

Al rato hice mi registro para el vuelo, pero ya me encontraba nuevamente en una dualidad, “la gente está sufriendo en gran número, el mundo entero parece estar ayudando de una u otra manera. Seguramente los devotos deberían estar allí también ofreciendo alivio espiritual en la forma de prasadam y los Santos Nombres, tengo tiempo para ayudar. Tal vez debería ir” pensé.

Luego de recibir mi pase de abordar procedí hacia el punto de seguridad cercano a mi puerta de embarque, puse mi maleta en la cinta de los rayos X y un oficial de seguridad me ofreció una sonrisa desde el otro lado, luego de pasar por la revisión personal, me llamó y me pidió que abriera uno de mis maletas, mientras lo abría él oficial me dijo, “es maravilloso lo que ustedes están haciendo”.
Un poco sorprendido, respondí, “¿perdón?”
“Ir hasta allá para ayudar a toda esa gente, sé que los Hare Krsnas dan un montón de comida aquí en Australia, pero ahora es realmente necesario en aquellos lugares donde golpeó el tsunami”.
“Pero en realidad no...” comencé a decir.
Me cortó, “si yo pudiera iría, pero realmente es el trabajo de gente como ustedes, es su tarea ayudar a los otros”.

Me quedé parado sin poder decir nada.

“Que Dios lo bendiga” me dijo golpeándome la espalda.

Giré y me dirigí hacia mi puerta de embarque.

Al despegar miré por mi ventanilla, las palabras del hombre de seguridad hacían eco en mi mente, “es su tarea ayudar a los demás”.

“Pero es mi descanso” me dije, “necesito descansar” y mis pensamientos me llevaron hasta Durban y al cálido verano, a la piscina donde practico natación todos los días, las rondas extras que canto y los libros que estudio”.

Pensé “estoy haciendo lo correcto, después de todo, Krsna dice en el Bhagavad-gita que un yogi posee un balance entre el trabajo y la recreación.

quote:

yuktahara viharasya
yukta cestasya karmasu
yukta svapnavabodhasya
yogo bhavati dukha ha

Aquel que es regulado en los hábitos de comer, dormir, recrearse y trabajar puede mitigar todos los sufrimientos materiales a través de la práctica del sistema de yoga.

[Bhagavad-gita 6.17]
Sólo tal programa balanceado de estudio y prédica lo califica a uno para alcanzar Vaikuntha, el mundo espiritual. Si fuera serio sobre lograr la perfección de la vida debería encontrar tal balance.

Pronto caí dormido exhausto debido al largo festival en Sydney, debe de haber pasado una hora cuando alguien me llamó.

“Lo lamento” dijo el auxiliar de abordo, “¿lo desperté?”
“No” respondí, “está bien, solo estaba tomando una siesta”.
Él auxiliar se sentó en el asiento al lado del mío.
“Es la gente como usted que hace la diferencia en la vida de aquellos que están sufriendo por ese horrible desastre” dijo.
Levanté mis cejas y lo miré con sorpresa.
“Cuando era joven solía ir a comer a menudo al centro que tienen en Melbourne” dijo,
“me encontraba bastante mal por aquellos tiempos, si no fuera por sus alimentos quién sabe que sería de mi ahora, usted debe de estar viajando a la India para ayudar a las víctimas del tsunami. ¿Va a ir a Sri Lanka?”
Dudé en decir algo, tomando mi silencio como una expresión de humildad el puso una mano en mi hombro.
“Gracias,” dijo. Se paró y se fue.

La persona que se encontraba a mi lado cruzando el pasillo me miró y cabeceó en signo de aprobación por mi supuesta misión de misericordia, respondiendo, hice una pequeña reverencia con mi cabeza –en realidad estaba ocultando mi culpabilidad por estar recibiendo tanta admiración inmerecida.

Giré y miré nuevamente a través de la ventanilla, se estaba poniendo oscuro “¿es todo esto una coincidencia, o Krsna estaba tratando de decirme algo?” Luego, mientras reflexionaba con mi mirada perdida, me dije suavemente: “Poniendo lo místico a un lado, el escrito está claro en la pared. Usted es de una de las áreas desbastadas por el tsunami.”

Tomé una de las revistas de la aerolínea y revisé el mapa mundial, Chennai, una de las áreas golpeadas por la ola, era lo más cercano a Bombay, donde supuestamente pasaría un día para tomar un vuelo a Durban. Después de aterrizar en Bombay mandé un correo a Bhanu Swami preguntándole si necesitaba ayuda con su trabajo de apoyo, él me respondió con rapidez.

“Por el momento estamos haciendo distribución de prasadam en Chennai donde no se han perdido muchas vidas, Sri Lanka está mal y Sumatra peor.”

Sri Lanka obviamente estaba más cerca, así que llamé al presidente del templo en Colombo, Mahakarta prabhu.

“Por el momento no contamos con las provisiones necesarias para realizar alguna ayuda significativa” me dijo, “pero estamos con esperanzas de que tenerlas pronto”.

Mi última oportunidad era Indonesia, pero por la noche me enteré que Gaura Mandala Bhumi, el devoto a cargo de ISKCON allí, había mandado un comunicado de que por el momento no había mucho que él u otros devotos pudieran hacer, ya que el área afectada se encontraba a 2,000 km de distancia y el acceso era difícil.

Sin encontrar la manera de poder ayudar, al día siguiente abordé mi vuelo hacia Sudáfrica.

Arribé a Durban temprano por la mañana, rápidamente me retiré a mis cuartos en el templo. Ubiqué muy bien mis libros sobre un anaquel y pensé, “comenzaré con el Caitanya-caritamrta y después de unos días empezaré con el segundo volumen del Brhat Bhagavatamrta”. Y mientras arreglaba mis CDs en una repisa del escritorio pensé, “¡y escucharé tres clases de Srila Prabhupada cada día, así como de mis hermanos espirituales!”

Al medio día le di instrucciones a los cocineros: “sólo me gustaría tomar prasadam saludable mientras me encuentre aquí, muchas ensaladas”.

Y a mi asistente, Anesh, le dije, “regístrame en el gimnasio local, nadaré durante dos horas cada día”.

Llegada la noche ya tenía hecha una agenda para mi, comenzando por levantarme a las 2 am y yéndome a la cama a las 8:00 pm, “después de seis semanas estaría más afinado que un violín” bromeé con Anesh.
“Y bien leído también,” respondió con una sonrisa.

Se estaba volviendo tarde así que me prepare para ir a descansar, le dije a Anesh, “por favor baja mis correos antes de que me vaya a dormir”.
Casi a punto de dormirme escuché a Anesh, “Tiene cuatro correos, Srila Gurudeva.”
“¿De quién son?” dije medio dormido.
“Bueno, el primero es de Mahakarta das en Sri Lanka”, me dijo.
Mis ojos se abrieron totalmente y salté de la cama.
“He estado pensando en usted desde que me habló cuando estaba en Trincomalee”, comenzó Mahakarta, “allí estábamos haciendo de forma exitosa distribución de prasadam y hasta teníamos algo de apoyo local, “pero durante los pasados dos días han llegado muchos ofrecimientos de ayuda de devotos de todo el mundo quienes se encuentran deseosos de donar dinero para nuestro trabajo voluntario, por favor, le ruego que venga y nos ayude a coordinar todo”.

Me senté durante muchos minutos, pensando.
“Gurudeva” dijo Anesh, “se está haciendo tarde, debería ir a la cama”,
“Tal vez Krsna si esté intentando decirme algo”, me dije suavemente.
“¿Qué podría ser?” dijo Anesh.
Lo miré. “Resérvame un pasaje a Sri Lanka tan pronto como puedas” le dije.
Se quedó estupefacto “¡Gurudeva! ¿Reservarle a dónde? ¿Sri Lanka? ¡Si acaba de llegar!” dijo.
A lo largo de los días restantes solicité donaciones a los devotos locales para el trabajo que tendría que afrontar. Dieron generosamente, al igual que el resto de las personas alrededor del mundo.

Mientras los devotos me condujeron al aeropuerto para mi vuelo del 11 de Enero mi corazón latía en expectación por el trabajo que me esperaba, una oportunidad histórica estaba a la mano, el mundo estaba ayudando a los afectados por el tsunami. Billones de dólares estaban siendo vertidos en el área. Todas las organizaciones humanitarias más importantes estaban movilizando toneladas de alimentos, medicina y ropa. ISKCON nunca podría igualar estos esfuerzos, pero si teníamos nuestro papel. Nuestro humilde esfuerzo sería un poco de prasadam y algo de kirtan de los Santos Nombres, estas cosas son de naturaleza espiritual, capaz de llevarlo a uno más allá del mundo de nacimiento y muerte.

Al abordar el vuelo a Colombo sabía que había tomado la decisión correcta, como devoto tenía el deber de poner los intereses de los demás antes que los míos.

¿Pero que había sobre mantener el balance entre sadhana y prédica con motivo de volver al mundo espiritual?

Si las palabras del auxiliar de abordo probaban ser ciertas, no tenía nada por qué preocuparme.

“Es su deber ayudar a los demás” me dijo, “Dios los bendicirá”.

quote:

Los auto refulgentes planetas de Vaikuntha, de los cuales su propia luz es reflejada por los planetas iluminadores del mundo material, no pueden ser alcanzados por aquellos que no son misericordiosos con las entidades vivientes. Sólo las personas que constantemente se ocupan en actividades de bienestar hacia las otras entidades vivientes pueden alcanzar los planetas Vaikuntha.

[Srimad-Bhagavatam 4.12.36]


© 2004 - SS Indradyumna Swami - www.predicador-viajero.com

© 2007 Templo Virtual de ISKCON (trad. al español)
El contenido de estas narraciones no podrán ser reproducida sin previo consentimiento por escrito del autor.

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