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Volumen 5 - Capítulo 18 - La Ciudad d...

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Enviado Viernes, 19 de Enero de 2007 - 09:40 pm:   


Diario de un Predicador Viajero Volumen 5 - Capitulo 00
La Ciudad de las Tijeras
Polonia, 2 al 12 de Junio de 2004

Nuestra gira de primavera había estado ganando momentum mientras viajábamos de ciudad en ciudad al sur de Polonia. Como resultado de nuestra buena y organizada publicidad tuvimos que pedirle a la gente que se retirara debido a que la capacidad de los salones se llenaba rápidamente, se trata de una experiencia agridulce; dulce por el gran interés en la Conciencia de Krsna, pero amargo porque no todo el mundo podía acceder luego de haber esperado millones de vidas por volver a Krsna.

A pesar del creciente interes continuaba registrando cierta apatía de la gente en general cuando salíamos a cantar en grupo. Uno fácilmente puede darse cuenta del humor de la gente al estar en las calles. Menos gente toma interés en nuestros grupos de kirtan con respecto a años anteriores, y no es poco común recibir frías miradas o incluso tratos rudos.

He estado predicando en Polonia desde 1989 y he visto de primera mano los cambios del País y puedo decir que el presente cambio hacia nosotros proviene del así llamado progreso material, aunque dicho progreso trae consigo confort y facilidades, se trata del doble filo de una navaja, también trae inmoralidad y degradación mayormente por el incremento de la ingestión de carne, intoxicación, sexo ilícito y juego de azar. De cualquier manera un predicador no es sorprendido, al estar versado en sastra, él está preparado para el avance de kali-yuga.

quote:

tvam nah sandarsito dhatra
dustaram nistitirsatam
kalim sattva-haram pumsam
karna-dhara ivarnavam


Pensamos que nos hemos encontrado con Su Gracia debido a la providencia, tan solo por esto es que lo hemos aceptado como el capitán del barco de aquellos que tienen el deseo de cruzar el dificultoso océano de Kali, el cual deteriora todas la buenas cualidades del ser humano.

[Srimad Bhagavatam 1.1.22]
Durante esta gira de primavera hemos decidido tener menos seguridad ya que nuestros programas son mucho más pequeños, permitiéndonos dar más atención a nuestra audiencia, pero viendo la animosidad de la gente hacia nosotros en las calles nos hemos visto obligados a tomar medidas para protegernos en algunos lugares.

El líder de la congregación local de Walbrzych, Trisama Prabhu, organizó una escolta policial para nuestro programa de harinama de dos horas por las calles. Cuatro policías caminaron a nuestro lado y una patrulla con las luces prendidas iba en frente nuestro. Cuando dimos comienzo con el programa el oficial a cargo nos sonrió y nos hizo señas para que cantáramos por el medio de la calle, la gente nos saludaba y los dueños de las tiendas salían para ver la diversión. Mucha gente de buen corazón disfrutó del “desfile” y por la noche tuvimos una gran audiencia.

Sin embargo los tiempos han cambiado y muy a menudo me encuentro reflexionando sobre la pérdida gradual de piedad de los polacos y el resentimiento hacia nosotros por parte de algunos de ellos. El alivio llega de cualquier manera, en estos momentos cuando veo las vidas de las personas tocadas por la misericordia de Krsna a través de nuestros esfuerzos de prédica, ver la transformación en la vida de la gente es el único pago que un predicador espera.

Un ejemplo de esto es un devoto relativamente nuevo que vive en Walbrzych, luego de que los huéspedes dejaron nuestro programa le pregunté si había invitado a sus padres, me respondió que ambos estaban divorciados pero que había invitado a su padre que vivía cerca del lugar. Sin embargo su padre era totalmente contrario a la Conciencia de Krsna y se rehusó vehemente, por esto el chico quedó completamente asombrado cuando lo vio sentado entre la audiencia.

Después del programa su padre se le acercó y le dijo: “hijo, por favor perdona cualquier malentendido que hubiera tenido acerca de este Movimiento, he disfrutado inmensamente del programa, tienes mi apoyo en todo lo que hagas”.

”¿Y que hay de tu madre?” le pregunté.

“Oh, mi madre no tiene ningún problema con que yo sea devoto” dijo riendo.

“Mi madre es muy conservadora”, continuó “un día a pedido de un amigo fueron al templo de Varsovia con motivo de un festival de Domingo”, mi madre quedó tan impresionada con el programa y con la naturaleza bienaventurada de los devotos que oró al “Dios en el altar” para que su hijo se convirtiera en un devoto Hare Krsna, en aquellos tiempos yo me encontraba envuelto muy pesadamente en drogas y actividades criminales.

“Tres meses más tarde me encontré a los devotos, me uní al movimiento, y dejé todos mis malos hábitos. Para ese entonces, mi madre me contó sobre su ferviente oración. Ella está tan feliz a “Dios en el altar” que siempre le agradece todas las mañanas y en su oración de la tarde”.

“A medida que nuestro programa avanzaba esperaba con mayor atención nuestra prédica en Kielce, una ciudad de unos 100,000 habitantes afincados en una hermosa región forestal de Polonia. En 1993 tuvimos un pequeño pero exitoso festival allí y guardo en mi recuerdo la calidad de gente del lugar.

Nuestros miembros de la congregación se encontraban ansiosos de volver y en semanas recientes se salieron de su rutina para pegar cientos de afiches, estaba considerando contratar una firma de seguridad pero me vino a la mente la calidez de la gente y cuando escuché del creciente interés de nuestra congregación acerca de esta gira desistí de hacerlo.

Mi desición probó ser un error y el costo fue muy alto, Kali-yuga había sembrado profundamente sus raices desde mi última visita en 1993.

Nuestro primer problema lo tuvimos mientras manejábamos por el centro, pude ver que muchos de nuestros afiches habían sido arrancados, esto siempre resulta ser un signo seguro de antagonismo, y cuando llegué al salón dos horas antes del programa, me encontré con 10 devotos esperando por nosotros. Se veía cierta ansiedad en sus rostros.

”Srila Gurudeva” dijo uno de ellos, “dos hombres jóvenes de la derecha política acaban de llegar y le dijeron al director del salón que cancelara nuestro programa o que se preparara para lo peor, le dijeron que somos una peligrosa secta y que pararán nuestro festival de una u otra manera, tuvimos que convencer al director que no somos un culto, obviamente se encuentra temeroso de las amenazas, pero tentativamente permitió que continuáramos con el festival”.

“Cuando vi los afiches rotos” dije, “empecé a sospechar que algo no andaba bien”.

“Si” respondió un devoto “y ayer los mismos jóvenes estaban tomando las invitaciones de las manos de los devotos en la calle, cuando los amenazaron con violencia los devotos tuvieron que parar”.

“¿Cuántos eran?” pregunté.

“Por ahora solo hemos visto a dos,” respondieron.

Me detuve un momento: “son sólo dos hombres locales” pensé, “no habrá problemas si continuamos con nuestro harinama”.

Antes de cada festival siempre tenemos un poderoso kirtan de una hora para dar un toque final de publicidad, pero ese día con los preparativos – el armado del escenario y la decoración del salón –se hizo tarde, así que Bhakta Dominique, el organizador principal de nuestra gira de primavera le pidió a la mayorías de los devotos que se quedaran para ayudar, por lo tanto nuestro pequeño grupo de Harinama de seis devotos salimos descuidadamente a las calles hacia la boca del león.

Llevábamos tan solo 10 minutos cantando cuando fuimos atacados por detrás por varios hombres de menos de 20 años, yo estaba dirigiendo el kirtan por el frente, por lo que no me di cuenta del problema que estaba sucediendo, pero en seguida escuché la voz de Narottam das gritando “¡Suelten, suelten!”

Corrí alrededor y vi que uno de los atacantes había arrebatado el micrófono y un pequeño amplificador a Narottam, entonces el hombre le dio un cabezazo directo en la cara de Narottam, pero Narottam pudo volver a agarrar el micrófono y el amplificador. Detuvimos el kirtan y confrontamos a los hombres.

Tan pronto como vi sus rostros, recordé el ataque de nuestro grupo de Harinama en Sarajevo, Bosnia, algunos años atrás. Al igual que en Sarajevo, los ojos de los hombres reflejaban un gran odio y sus labios temblaban de ira, se pararon con sus puños cerrados, listos para atacar en cualquier momento. También noté que todos llevaban las mismas remeras grises con una insignia impresa en pequeñas letras. En el momento que metía mi mano en el bolso para sacar mi spray de gas, pude ver con el rabillo del ojo a varios jóvenes rodeándonos.

Por una vuelta del destino no había devotos polacos en el Harinama, por un momento los atacantes se quedaron congelados fuera de guardia por el caliente intercambio de palabras en varios idiomas. Pero justo cuando ellos volvieron a comenzar a atacarnos, Sri Prahlad habló en un mal polaco: “no usen la fuerza” y dijo “dígannos que quieren”.

Un hombre acercó su rostro a Sri Prahlad “de acuerdo” gruñó en polaco, “les advierto que se vayan inmediatamente”.

Solo tuvimos unos segundos para decidir que hacer “hagamos kirtan” dijo un devoto, sin atemorizarse por las amenazas.

Pero cuando Sri Prahlad y yo nos miramos uno a otro tuvimos el mismo pensamiento sin decir una palabra: “recuerda Sarajevo”, no iré tan lejos como para decir que nuestro intercambio fue telepático, digamos simplemente que se trata del resultado una camaradería desarrollada después de muchos años de prédica, esta no era la primer vez que enfrentaba tal situación.

En Sarajevo inicialmente repelimos un ataque contra tres musulmanes que embistieron contra nuestro grupo de kirtana, los devotos pelearon y arrojaron a uno de los atacantes contra el vidrio de una tienda, pero en vez de continuar contra el resto de los agresores (discreción es la mejor parte del valor) nos paramos desafiantes y cantamos las plegarias a Nrsimha, momentos después 30 hombres nos atacaron brutalmente con pistolas y cuchillos, el resto es historia.

Sri Prahlad y yo asentimos en un acuerdo sin palabras “de acuerdo” dije, “nos retiraremos”.

Dejamos a un lado nuestros instrumentos (pero no mi gas lacrimógeno) y comenzamos a caminar lentamente en dirección al salón, pero empecé a sospechar cuando vi a uno de ellos caminando frente a nosotros a un lado, hablando por su celular, “estamos caminando a una trampa” pensé.

Sri Prahlad tomó su celular y le habló a Dominique diciéndole que necesitaríamos a alguien que hablase polaco.

Unos pasos más adelante vi a un grupo de skinheads viniendo hacia nosotros desde la otra dirección, pude observar que los skinheads y el hombre estaban hablando entre si en sus celulares. Los skinheads comenzaron a frotar sus nudillos y a mirar a los alrededores por si había algún policía a la vista, yo también miré alrededor, no había nadie a la vista.

De repente recordé mi Nrsimha mantra “ ¿por qué no lo había cantado tdavía?” pensé, en ese momento recordé Uttara, la madre de Maharaja Pariksit y cómo ella gritó por Krsna cuando vio venir un arma nuclear hacia ella:

quote:

uttarovaca
pahi pahi maha-yogin
deva-deva jagat-pate
nanyam tvad abhayam pasye
yatra mrtyuh parasparam

Uttara dijo: ¡Oh Señor de los señores, Señor del Universo! Tu eres el más grande de los místicos, por favor protégeme ya que no hay nadie más que pueda salvarme de las garras de la muerte de este mundo de dualidad.

[Srimad Bhagavatam 1.8.9]
En una fracción de Segundo otro pensamiento cruzó mi mente: “esta es la diferencia entre un devoto puro y yo, ella recuerda al Señor en cada momento y yo Lo olvido en el primer segundo de peligro”.

Y así canté el mantra por primera vez en ese día.

En ese momento Dominque giró por la esquina y preguntó cuál era el problema, Sri Prahlad señaló al hombre frente a nosotros y Dominique valientemente se le acercó, debido a que Dominique iba vestido ordinariamente y llevaba un aire de autoridad el hombre del celular pareció hacerse un poquito para atrás. Aparentemente esto causó la detención del inminente ataque de los skinheads, nuestro grupo de Harinama rápidamente dobló la esquina y se acercó unos pocos metros más hacia la seguridad del salón.

”Eso estuvo cerca,” le dije a Sri Prahlad.

“Demasiado cerca,” respondió.

Dominique regresó pronto y hablamos de la situación, el principal problema era que esa mañana temprano esos hombres le habían dicho al director del salón que volverían a arruinar el festival, obviamente la próxima vez volverían con sus amigos y simpatizantes.

Le pregunté a Dominique quiénes eran y me dijo que eran parte de un partido político Cristiano con puntos de vista radicales, creen que Polonia es para los polacos y que la única religión que debería de existir es la Cristiana. En años recientes el partido atrajo a muchos jóvenes, quienes propagan sus mensajes con violencia, en las áreas donde son mayoría no toleran las demostraciones contrarias a sus ideologías.

Aparentemente Kielce es donde se encuentra la base central y raramente la gente local, si acaso lo hace, realizan demostraciones públicas por temor a ellos, más de una vez han atacado dichos programas resultando en peleas sangrientas y caos.

”Sospecho que ellos fueron los que estuvieron tras el ataque a nuestro festival en Tomaszow algunos años atrás” dijo Dominique.

Miré mi reloj, el programa comenzaría en una hora, considerando que no teníamos personal de seguridad propuse cancelar el evento, no valía la pena el riesgo que los devotos o los invitados sufrieran algún daño, estábamos por demás excedidos de gente. Dominique pensó durante un momento y sugirió que notificáramos a la policía sobre la situación, le recordé lo poco confiable que había resultado la policía en Tomaszow, entonces sugirió que contratáramos una firma de seguridad que si fuera confiable para que nos protegiera.

Pensé durante un momento, “suena razonable” dije, “pero quiero a 15 hombres de seguridad aquí en 30 minutos o de lo contrario cancelaré”.

Dominique entró en acción, era fácil informar a la policía, pero encontrar a 15 profesionales de la seguridad en un pueblo del tamaño de Kielce en unos pocos minutos sería casi imposible, generalmente las firmas de seguridad solicitan tres días de anticipación, Dominique llamó a siete compañías de seguridad, pero o bien estaban cerradas o no reunían las condiciones necesarias.

El tiempo era esencial, la gente como siempre, estaba ansiosa por disfrutar de nuestro espectáculo, el salón ya se estaba llenando. Sabía que sería un trabajo fácil para los matones, todo lo que tenían que hacer era mostrarse al igual que en Tomaszow con bates de béisbol, aplastar unas pocas personas, romper algunos autos por unos tres ó cuatro minutos y salir corriendo, miré a Dominique y le dije “tienes cinco minutos más”.

Llamó a la última compañía de seguridad del libro telefónico y les explicó nuestra situación, el hombre a cargo dijo que podría estar en el salón en unos 20 minutos con 15 hombres, pero tendríamos que pagar un cargo extra.

Dominique me miró “tengo una compañía” me dijo.

“¿Cuánto nos costará?” le pregunté.

“Mil doscientos dólares” dijo.

Mis cejas se arquearon “¡mil doscientos dólares!” respondí sin aliento.

”Pero el show continuará” dijo Dominique, “y eso es lo importante, recaudaré los fondos de la congregación, no se preocupe”.

Hice una pausa para pensar, mucha gente ya había llegado y teníamos una firma de seguridad de reputación que nos protegería, “de acuerdo” dije, “vamos a por él, pero quiero a todos nuestros niños fuera de aquí ahora, pónganlos en una van junto a algunas madres y llévenlos a un departamento seguro, los recogeremos al terminar con el show”.

No quería tomar ningún riesgo, sabía lo determinados que pueden ser los fanáticos.

Esperamos ansiosamente que apareciera la firma de seguridad y cerramos dos de las tres puertas del salón, ahora que nos habíamos determinado por continuar los devotos se encontraban muy ocupados realizando los últimos arreglos, pero todos los ojos estaban apuntando hacia la calle, por donde podrían irrumpir los hombres.

A medida que la hora se acercaba un devoto temerario salió a la calle y comenzó a distribuir invitaciones, vi a un grupo de hombres que lo rodearon listos para pelear justo cuando llegó la primer van de seguridad, por la gracia de Krsna dos policías que se encontraban en el desempeño de su deber vieron el potencial problema y resolvieron la situación y el devoto rápidamente se metió en el salón.

Los hombres de seguridad eran grandes y de aspecto malévolo y con grandes músculos, se reunieron y recibieron prontas órdenes del jefe, se trataba de un hombre bien vestido y respiré con tranquilidad al enterarme que había estado a cargo del escuadrón anti-terrorista de la región. Todos los hombres tomaron posiciones estratégicas alrededor del salón, tres de los más grandes se pararon hombro contra hombre al frente de la puerta principal, algunos de los invitados que estaban llegando en ese momento se rieron de tal despliegue de poder, no estaban al tanto de la situación y tal vez pensaron que eran parte del espectáculo.

Cuando 10 de los buscapleitos se reunieron al otro lado de la calle observe a los hombres de seguridad un poco incómodos –no por miedo-, sino preparándose para una pelea.

Un devoto notó mi preocupación, “no se preocupe” dijo, “están acostumbrados a esto, este pueblo es llamado la Ciudad de las Tijeras”.

“¿Qué es lo que significa?”

“Aquí se encuentra la base de la extrema derecha” dijo, “su jóven organización es famosa por pelear con Tijeras. Es su marca y no tienen temor de utilizarlas, pero estos hombres de seguridad ya han lidiado con esto”.

Caminé hacia el escenario y quedé sorprendido de ver la casa llena, claro que no debería de estarlo ya que todos nuestros shows habian llenado el teatro, sin embargo el prospecto de problema me había hecho pensar que la asistencia cedería un poco, pero la gente no sabía nada a cerca del potencial peligro.

Para tener una mayor seguridad cerramos la entrada principal con llave, si habría de haber una pelea entre nuestra oposición y el equipo de seguridad nuestros invitados no tendrían por qué enterarse.

Mientras tanto Sri Prahlad tuvo una breve reunión con varios devotos y les mostró una pequeña escalera de metal que llevaba a una plataforma sobre el escenario, “si se presentan problemas” les dijo, “todas las mujeres deben subir inmediatamente por aquí”.

Entonces comenzamos con nuestro acto de apertura, un bhajan, pero podía percibir la tensión en las voces de los devotos. Me pude dar cuenta que a diferencia de otros festivales donde los devotos cantan serenamente con los ojos cerrados, todos ahora los tenían bien grandes observando a la audiencia.

Después del bhajan, Keli Cancala dasi subió al escenario para realizar una danza Odissi, mientras comenzaba tuve la oportunidad de deslizarme a la puerta trasera para ver como iba la situación afuera.

No me sorprendió ver a un número de jóvenes partidistas haciendo frente a los hombres de seguridad, aunque los guardias los superaban en número (y en tamaño) aquellos estaban determinados a acabar con nuestro festival, uno de los hombres de seguridad me hizo señas para que volviera al salón, volví lentamente sobre mis pasos y pude observar a varios de los jóvenes tratando de forzar las puertas cerradas con candados.

En ese momento salió Dominique, uno de los partidistas particularmente rudo, aparentemente su líder lo reconoció del encuentro previo en la calle y sacó su invitación del bolsillo “demando que me permitan entrar” dijo.

“De ninguna manera” dijo Dominique y dio una orden a los de seguridad para que lo sacaran, los jóvenes dialogaron por un momento y luego partieron, obviamente con otro plan en mente. A medida que se iban retirando uno de ellos se paró frente a Dominique quien permanecía parado fieramente, el joven cruzó su garganta con la mano en un gesto de amenaza.

”Sabemos quién eres” le dijo, “y te atraparemos, volveremos pronto y nada nos detendrá.

De repente Narottam apareció por detrás y me dijo que tenía que regresar rápidamente ya que era tiempo de mi lectura.

“¿Mi lectura?” pensé, “¿cómo podré dar mi lectura con todo esto en mente?”

Cuando entré nuevamente al salón el director se acercó a Dominique y le dijo que tendría que abrir las puertas, “las reglas y regulaciones indican que deben de estar abiertas todo el tiempo” dijo, “no puedo permitir que continúen cerradas, hay demasiada gente aquí adentro”.

El hecho de que ahora todas las puertas estuvieran abiertas me ponía nervioso, había observado como esos jóvenes habían tratado de forzarlas incluso frente a los hombres de seguridad.

Como precaución pare en los camerinos camino hacia el escenario, tomé mi gas lacrimógeno de mi bolso y lo guardé cuidadosamente en el bolsillo de mi kurta, también tomé un hacha de Madera y la escondí bajo mi chaddar y me dejé puestos mis zapatos tenis.

Subí al escenario y me senté en el lugar provisto, mientras me preparaba me pregunté si algún maestro espiritual alguna vez se había sentado en tal lugar sagrado armado y listo.

Mientras el traductor y yo ajustábamos los micrófonos vi a un hombre de seguridad tomar su posición cerca del escenario tan solo a dos metros de mi, ya sentado sus ojos escaneaban al público y a las tres entradas.

A pesar de todas estas precauciones sabía que solo el Señor nos podría proteger de cualquier peligro inminente, cerré mis ojos y junté mis palmas, y lentamente recite una plegaria, tal como lo hago usualmente al comienzo de mis lecturas. Pero esta vez, en cambio de invocar la misericordia de los acaryas, pedí por la misericordia del Señor Nrsimhadeva.

quote:

durgesv atavy-aji-mukhadisu prabhuh
payan nrsimho 'sura-yuthaparih
vimuncato yasya mahatta-hasam
diso vinedur nyapatams ca garbhah

Que el Señor Nrsimhadeva, quien apareció como el enemigo de Hiranyakasipu, nos proteja en todas las direcciones. Que Su sonora risa vibre en todas las direcciones y cause que las esposas de los asuras aborten. Que el Señor sea lo suficientemente amable para que nos proteja en lugares de dificultad tal como lo son el bosque y el frente de batalla.

[Srimad Bhagavatam 6.8.14]
Entonces oré silenciosamente a Srila Prabhupada para que me otorgara la habilidad de focalizarme en mi lectura y así la gente que había venido tuviera la misma oportunidad de entender la filosofía, al igual que aquellos que han venido a nuestros anteriores festivales.

La audiencia de 150 personas escuchó respetuosamente mientras comenzaba mi lectura, expliqué la importancia de la forma de vida humana para entender el conocimiento espiritual, lentamente fui desarrollando mi charla para explicar que no somos estos cuerpos y que el alma transmigra a otro cuerpo al momento de la muerte. Pero mientras continuaba fui perdiendo mi concentración al recordar con el odio que nos trataron el joven y sus camaradas, en un momento mi concentración se dirigió de la lectura hacia las puertas de entrada. Fue solo con un gran esfuerzo que puse mi mente devuelta hacia la conferencia.

Varias veces mientras mi traductor repetía lo que yo había dicho tuve que traer nuevamente mi mente hacia la lectura, “quédate fijo” me solía decir, “tal vez esta sea la única vez que estas personas escuchen sobre la verdad absoluta”.

Cuando llegué al final de mi plática sentí que no había realizado bien mi deber, pero al pararme la gente me aplaudió estrepitosamente.

Después de la representación teatral Sri Prahlad dirigió a la audiencia en una sesión de meditación del Mahamantra Hare Krsna, pero él también se veía aprensivo, en vez de cerrar los ojos tal como siempre lo hace los mantuvo bien abiertos.

El programa estaba llegando a su fin, por sugerencia de los de seguridad mantuvimos cortos nuestros actos para llegar al fin antes de que anocheciera. Nos dijeron que los jóvenes podrían volver al cubierto de la oscuridad, y debido a que los habíamos echado seguramente estarían muy enojados.

Mientras nos sentábamos para el ultimo kirtan miré mi reloj y pude ver que sólo faltaban 10 minutos para la hora final, entonces de repente Dominique apareció y me dijo que el prasadam estaba atrasado y que debería cantar por lo menos una media hora.

Comencé con un kirtan suave pero la gente no podía contener su entusiasmo y tuve que acelerar el paso, pronto estuvieron aplaudiendo y cantando fuertemente junto a nosotros, algunos hasta se pararon y cantaron en los pasillos, un número dejóvenes se pararon frente al escenario y bailaron bienaventuradamente para adelante y atrás.

En unos pocos minutos el salón se volvió Vaikuntha, el mundo espiritual. Me maravillé por la misericordia del Señor: Mientras el peligro nos rodeaba como un potente tornado Sri Caitanya Mahaprabhu estaba ocupado entregando a esta gente la dulzura de Sus Santos Nombres.

quote:

sarvatara bhajatam jananam
tratum samarthah kila sadu varta
bhaktan abhaktan api gaura candras
tatra krsnamrta nama danaih

Las nuevas traídas por los santos es que todos los avatares del Señor son capaces de entregarse a Sus devotos seguidores quienes Lo adoran, sin embargo Sri Gauracandra les entrega tanto a los devotos como a los no devotos Sus regalos de ambrosia de los Nombres de Krsna.

[Srila Sarvabhauma Battacarya, Susloka Satakam, texto 42]
Los devotos e invitados se sumergían y navegaban en el néctar de los Santos Nombres y por unos pocos momentos hasta yo me había olvidado del inminente peligro. Pero cuando el kirtan finalizó recordé la recomendación de nuestra seguridad. Agradecí a la gente por haber venido y les pedí que se dirigieran rápidamente hacia la salida donde el prasadam se comenzaría a servir.

Mientras los invitados tomaban prasadam los devotos guardaban velozmente nuestros equipos y los ponían en la van, en minutos estábamos listos para irnos.

El equipo de seguridad parecía en alerta roja a medida que el cielo se oscurecía, varias veces me señalaron sus relojes indicándonos que pronto deberíamos terminar. Aunque había un humor relajado y de disfrute entre los invitados, el equipo de seguridad estaba ansioso por irse, ya había rumores de que había un número inusual de maleantes reuniéndose en el parque central a unos cientos de metros de allí, “ya deben irse” me dijo el jefe de seguridad.

La mayoría de los invitados ya se habían retirado y le pedí a los devotos que limpiaran rápido el salón, Dominique mandó la van con unos guardias para pasar a buscar a los niños y madres al departamento y cuando llegaron todos saltamos a las cuatro vans y nos fuimos de allí. La oscuridad nos estaba alcanzando.

El equipo de seguridad nos escoltó en sus autos hacia los límites de la ciudad, cuando alcanzamos la carretera a Varsovia dieron la vuelta, nos encontrábamos por las nuestras. Pero en ese momento entendí el hecho que nunca habíamos estado solos –ni por un segundo, El todo misericordioso Señor había estado con nosotros todo el tiempo, ¿de otra manera cómo fue posible que escaparamos del peligro y probaramos la dulzura de la victoria y éxito?

quote:

yatra yogesvarah krsno
yatra partho dhanur dharah
tatra srir vijayo bhutir
dhruva nitir matir mama

Donde sea que se encuentre Krsna, el maestro de todos los místicos, y donde sea que se encuentre Arjuna, el arquero supremo, ciertamente habrá opulencia, victoria, poder extraordinario y moralidad. Esa es mi opinión.

[Bhagavad Gita 18.78]
© 2004 - SS Indradyumna Swami - www.predicador-viajero.com

© 2007 Templo Virtual de ISKCON (trad. al español)
El contenido de estas narraciones no podrán ser reproducida sin previo consentimiento por escrito del autor.

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