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Volumen 5 - Capítulo 14 - ¡Narottam! ...

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Enviado Domingo, 19 de Noviembre de 2006 - 11:11 pm:   


Diario de un Predicador Viajero Volumen 5 - Capitulo 14
¡Narottam! ¡Narottam! ¡Narottam!
Bangladesh, 30 de Enero al 10 de Febrero de 2004.

“¿Por qué desea visitar mi país?” me preguntó el embajador de Bangladesh suspicazmente. “Nosotros somos el país más pobre del mundo.”

”Lo sé, Señor,” le respondí mientras ajustaba mi gorra de los Yankees, “pero una encuesta de la BBC de hace algunos años atrás determinó que la gente de Bangladesh es la gente más feliz del planeta.” Tengo curiosidad por averiguar por qué la gente más pobre es la más feliz. Mi país, Estados Unidos es el más rico del mundo y ha obtenido la decepcionante posición número siete. Obviamente, la felicidad no es sinónimo de prosperidad material.”
“Me intriga su razonamiento,” dijo el embajador. “Soy un Musulman, y el Coran enseña el mismo principio. Haré una excepción y le concederé una visa.
Como norteamericano normalmente tendría que obtenerla en nuestra embajada de Estados Unidos, no aquí en un país extranjero”.
“Le agradezco mucho” le respondí, contento ya que había fallado en obtener mi visa en otros tres países, y me había aliviado haberla conseguido antes de partir de la nación islámica que estaba visitando.
“De cualquier manera tengo un pedido,” respondió el embajador. “Por favor venga a mi residencia a cenar esta noche. Mi esposa es una excelente cocinera y está preparando cordero asado. Podremos continuar nuestra conversación sobre la ilusión de la felicidad material.”
Tenía que pensar pronto. Una invitación a la casa del embajador raramente es rechazada.
“Lo lamento señor, tengo mi vuelo hoy a la noche.” Respondí.
“Bueno, aquí está mi tarjeta. La próxima vez que venga pase a verme,” concluyó.
Mientras me alistaba para retirarme, el embajador tomó una guía fotográfica de su escritorio. La firmó rápidamente y me la entregó con un apretón de manos. La misma rezaba: “Para el Sr. Tibbitts con amor. Ojalá encuentre la felicidad que está buscando en nuestro hermoso Bangladesh. Mohammed Ilah”.

No me cabía ninguna duda que encontraría la felicidad en Bangladesh, pero sería de una naturaleza específica. El antiguo estado del Este de Bengal (conocido como Pakistan del Este luego de la separación de India por Gran Bretaña en 1947) se volvió el soberano estado de Bangladesh en 1972 como resultado de la guerra de independencia. Habiendo sido parte del rico pasado hindú, es poseedor de muchos de los lugares sagrados especialmente queridos por los seguidores del Señor Caitanya. Muchos de los devotos del Señor Caitanya tomaron nacimiento allí y el Señor mismo realizó muchos sankirtanas lilas a través de los pueblos y villas de Bangladesh. La capital, Dhaka, fue el lugar de prédica favorito de Srila Bhaktisiddhanta Saraswati en los 1930s. Una vez llamó a Dhaka la segunda Vrindavana, porque contiene más de 700 magníficos templos de Radha-Krsna.

Estaría viajando por estos sagrados tirthas con un querido hermano espiritual, Radhanath Swami. Meses atrás, nos encontramos en un viaje y descubrimos que compartíamos la misma atracción por los pasatiempos y canciones de Srila Narottam das Thakur, uno de los principales acarayas de nuestra Gaudiaya Vaisnava sampradaya, quién apareció luego de la partida del Señor Caitanya de este mundo. Habíamos deseado visitar su lugar de nacimiento, Keturi, en Bangladesh, durante años. Nuestro viaje fue un sueño hecho realidad. Me encontraría con Maharaja y muchos de sus discípulos brahmacaris en Dhaka al siguiente día. ¡Mi tarjeta de visa había llegado en el último momento!

Esa misma tarde hice mis bolsos para mi viaje nocturno hacia Dhaka. Me di cuenta que necesitaría unos cuantos artículos de tocador, por lo que salí del apartamento en donde me estaba quedando y me dirigí a una tienda cercana justo frente a una gran mezquita, en mi camino de regreso tres jóvenes mujeres orientales se acercaron corriendo a mi en aparente angustia. Sintiendo que podrían estar en peligro instintivamente dí un paso hacia ellas cuando de repente me abrazaron y dijeron al unísono “¿Este lindo hombre norteamericano necesita una dama?”

Me tomó una fracción de segundo darme cuenta que eran prostitutas, una de ellas se me acercó para besarme. Grité “Nrsimhadeva,” y me liberé de sus brazos y corrí calle abajo en estado de shock. No podía creer que prostitutas operaran en un estado islámico tan estricto, cuando llegué al apartamento muchos devotos me vieron y uno dijo: “¡Pareciera que vió un fantasma!”
”Peor” dije, “unas prostitutas me han acosado, me sentí contaminado por su contacto”.
“Tome refugio en Haridas Thakur” me sugirió un chico, “él también fue atacado por una prostituta, pero fue protegido por los Santos Nombres del Señor”.
Esa noche durante el vuelo recordé el incidente y oré: “Querido Namacarya, por favor deme refugio a sus pies de loto y líbreme de cualquier impureza”.

Ya en el aeropuerto de Dhaka le extendí mi pasaporte al oficial de migraciones junto a la forma que hay que completar con los detalles personales, me encontraba con ropas no devocionales ya que los hindúes sólo comprenden el 10% de la población y a veces hay tensión entre ellos y la mayoría es musulmán. Luego de estudiar la forma durante un momento el oficial levantó su mirada y dijo “usted escribió que se quedará en un hotel, pero no ha mencionado en cuál, me tiene que decir en qué hotel o no lo podré dejar pasar”.

Me tomó por sorpresa, no tenía idea de ningún nombre de hotel en Dhaka, me quedé parado allí por un momento y el oficial me llevó a un cuarto cercano.
De repente un hombre hindú que nos estaba observando se nos acercó y regañó al oficial.
“Por el amor de Dios hombre, se trata de un turista, ¿cómo se supone que sepa qué hoteles tenemos aquí?, los extranjeros no llegan muy seguido por aquí y cuando lo hacen no lo podemos tratar así ¡déjelo pasar!”
De alguna manera sus palabras funcionaron y el oficial selló mi pasaporte, mientras recogía mi equipaje el hindú se me acercó y susurró suavemente “Hare Krsna. Que tenga un buen viaje”.

Fuera de la terminal me encontré con Radhanath Swami y 12 brahmacaris de su templo de Bombay, también en ropas no devocionales. Tomamos prasadam y nos sentamos en las cercanías para acordar nuestro itinerario. Decidimos comenzar nuestra jornada en el lugar de nacimiento de Rupa Goswami y Sanatana Goswami en Jessore al suroeste del país. Nuestro guía, Caru Candra das, el secretario regional para el yatra de Bangladesh, rápidamente compró nuestros boletos y dos horas más tarde nos encontrábamos en camino.

Durante el vuelo Radhanath Swami se inclinó hacia mi y dijo “Maharaja tengo una sugerencia, antes de visitar el hogar de Rupa y Sanatana deberíamos visitar primero Benapol, que solo se encuentra a 45 minutos de Jessore en auto”.
”Bien,” respondí, sin molestarme por preguntar qué pasatiempo había tomado lugar en Benapol, confiaba en Maharaja, él estaba más familiarizado con los tirthas del Señor Caitanya y sus seguidores.
Mientras me reclinaba sobre mi sillón, exhausto por el largo vuelo reflexioné en mi buena fortuna de estar viajando con Maharaja y sus hombres.
“Lo necesitaba” pensé, “especialmente luego de mi encuentro con las prostitutas”.
Justo antes de caer dormido la curiosidad sacó lo mejor de mi, abrí mis ojos y miré a Radhanath Swami. “¿Qué pasatiempo ocurrió en Benapol, Maharaja?”
“Oh, allí fue donde Haridas Thakur liberó a la prostituta que se le acercó” respondió imperturbablemente.
Casi salto de mi asiento.
“¿Qué sucede Maharaja?” preguntó asombrado por mi reacción.
”Te diré cuando lleguemos” dije, “pero supongo que el Señor respondió a mis plegarias”, estaba pensando en un pasaje de Srila Bhaktivinoda Thakur “El Bhagavat: Su filosofía, su ética y su teología”:
”¿Derraman los maestros espirituales luego de partir su misericordia sobre las entidades vivientes? Las almas de los grandes pensadores de eras pasadas, que ahora viven en espíritu, con frecuencia se acercan a la persona inquisitiva y lo asisten en su desarrollo.”

Del aeropuerto de Jessore tomamos un taxi hacia Benapol, una pequeña villa en la jungla, ya estaba obscuro cuando llegamos pero el bajan kutir de Haridas Thakur aún permanecía abierto, casi corriendo hacia él, caí ante su murti repitiendo mi plegaria por misericordia. Mientras estudiaba el altar sentí curiosidad por el murti de una mujer con la cabeza afeitada vestida con un sari blanco del mismo tamaño que la de Haridas Thakur.
“Esa es Laksahira, la prostituta enviada por el gobierno para hacer caer a Haridas Thakur” dijo Radhanath Swami, “la idea era que los soldados que se encontraban ocultos en el follaje los atraparan en unión y así difamarían a Haridas Thakur. Pero luego de escuchar a Haridas Thakur cantar los Santos Nombres durante tres días, Laksahira se purificó y se rindió ante él. Él la inició y se volvió una gran devota”.

Oro por la misericordia de Haridas Thakur y Laksahira.

Esa noche dormimos en un darmsala y tuve un maravilloso sueño. Toda la noche soñé que yo, Radhanath Swami y sus brahmacaris bailábamos por todo el patio del bhajan kutir de Haridas Thakur. De hecho me desperté varias veces pero cuando me dormía nuevamente volvía al mismo sueño. En la mañana me levanté sintiéndome purificado. Durante el resto del viaje ya no volví a pensar en las prostitutas que me atacaron, tal es la misericordia del “alma de un gran pensador”.

Al día siguiente fuimos al lugar de nacimiento de Rupa y Sanatana a las afueras de Jessore. Al igual que los otros lugares sagrados que visitaríamos no había mucho que ver. Luego de la separación la minoría hindú fue perseguida y muchos de los templos fueron destruidos, la política prosiguió luego de la fundación de Bangladesh. Por esto mismo a donde fuera que nos dirigiéramos, todo lo que encontraríamos sería uno o dos recordatorios de los lilas manifestados allí. Esto era particularmente verdad en el hogar de Rupa y Sanatana. Todo lo que quedaba era un único árbol, pero cuando nos enteramos que era allí mismo donde los goswamis hacían su bajan diario, nosotros mismos nos refugiamos bajo él y tuvimos kirtan durante horas. Usualmente un lugar sagrado se construye con muchos sepulcros y templos para atraer a los peregrinos e impresionarlos con su importancia, pero aquí sólo había un árbol en el cual enfocarse. Mientras cantábamos en el sencillo ambiente de la jungla pensaba que algún día también este lugar se podría convertir en un tirtha sagrado de renombre.
Pero por el momento permanece oculto al mundo, ofreciendo una fascinante y rica historia Gaudiya saturada de misericordia. A medida que pasaban las horas cerré mis ojos y me absorbí en los Santos Nombres en el mismo lugar donde Rupa y Sanatana cantaron exactamente los mismos nombres. Nuestro próximo destino era el templo más grande de ISKCON a tan sólo unos kilómetros de allí. Ya en curso a nuestro destino le pregunté a Caru Candra por qué el templo no había sido construido en el auspicioso sitio qué habíamos visitado momentos atrás, me respondió que el gobierno musulmán no había accedido a vendernos el lugar, entonces ISKCON aceptó una oferta de una organización hindú que era propietaria de unas tierras cercanas. Esto probó ser un mejor arreglo ya que las tierras de ISKCON se encuentran situadas en el centro de 96 villas hindúes. Es una locación mucho más segura y tenemos así una audiencia cautiva, de hecho cuando el hermoso templo fue abierto en 1999 después de muchos años de construcción, asistieron más de un millón de personas de todos los rincones del país.

Dos días más tarde tomamos un vuelo hacia Rajshahi en el noreste, a una corta distancia de Keturi en los bancos del río Padmavati. Mi corazón palpitaba mientras el auto rodaba estrepitosamente por las sucias carreteras de una villa solitaria pensando en el darsan que nos esperaba más adelante. Oraba por encontrar algo más que un simple árbol. No fui decepcionado, aunque Keturi consiste de unas 40 familias (38 musulmanes y 2 hindúes), nos pusimos felices de descubrir un pequeño templo amurallado justo a las afueras de la villa.

Una de las mayores contribuciones de Narottam das Thakur fue la organización del festival inaugural de Gaura-purinma, la observancia anual de la aparición del Señor Caitanya en Keturi. Muchos grandes vaisnavas de aquel tiempo asistieron, incluyendo la esposa del Señor Nityananda, Jahnava mata. En aquel histórico evento Narottam das Thakur instaló seis Deidades –cinco Deidades de Krsna y una Deidad de oro puro del Señor Caitanya. Los seis devotos vaisnavas que viven actualmente en el templo a las orillas del lago, construido por píos hombres de negocios hace más de 100 años, nos contaron que Jahnava mata colectó agua del lago para cocinar para el festival de Keturi, y hasta el día de hoy esa agua se utiliza con el propósito de cocinar. No pude descubrir qué había pasado con el resto de las Deidades –Sri Krsna, Vallabha-kanta, Radha-kanta y Radha-raman. Sé que Vraja-mohan fue enviada a Vrindavana luego de la instalación y que la Deidad de Gauranga había sido movida a la India durante la guerra de Independencia. Sin embargo pude observar seis hermosas salagram-silas en el altar. Más tarde cuando pregunté por ellas, el pujari me contó que eran del tiempo del festival de Keturi.

Pasamos la mayor parte del día siguiente escuchando y cantando. Era claro que al encontrarnos literalmente en medio de la nada, rodeados por campos de arroz, no había nada más que hacer que sumergirse de forma completa en escuchar y cantar. Al otro día se arregló un viaje hacia una pequeña colina donde Narottam das Thakur hacia su bhajan diario, eran 4 kilómetros a través del campo. La idea que un tirtha tan importante se encontrara abandonado me golpeó. Sólo había una pequeña roca asana sin ninguna inscripción marcando el lugar. Claro, el hecho de que no hubiera un lugar de oración significativo no disminuía su potencia espiritual, por lo que nuevamente nos sumergimos en bhajan y japa, tratando de abrir nuestros ojos espirituales y ver la santidad de lugar con una visión espiritual.

A la tarde visitamos el lugar en Padmavati donde Narottam das Thakur recibió la misericordia especial del Señor Caitanaya. Una vez mientras tenía un kirtan con Sus asociados en la villa de Rama Keli, el Señor Caitanya comenzó a gritar, “¡Narottam, Narottam, Narottam!” y cayó al piso inconsciente. Más tarde despertó y reveló que pronto un gran devoto llamado Narottam das tomaría nacimiento y sería de vital importancia para llevar a cabo Su misión. Mahaprabhu les dijo a sus devotos que Él depositaría su prema (amor por Dios) en el Padmavati, y que en un momento dado Narottam das se bañaría allí y obtendría amor puro por Dios. Años más tarde, cuando Narottam aún era un chico se bañó en el punto exacto donde Mahaprabhu había depositado Su prema e inmediatamente fue sobrecogido por éxtasis de amor por Krsna. Impregnado con tal misericordia flotó de manera constante en el océano de amor de Dios y fue aponderado para diseminar ese amor por donde fuera.

Mientras buscábamos la ubicación precisa del lila dimos con un pequeño templo vaisnava en los bancos del río, preguntando descubrimos que aquel era el punto exacto, la pareja de devotos y sus dos niños que estaban a cargo se sobrecogieron por nuestra visita no solicitada. Debido a que Bangladesh es un país musulmán, es raro que los devotos visiten tales lugares sagrados, el hombre con excitación nos enseñó bajo que árbol Narottam das Thakur se bañó, el mismo que la pareja adora a diario. Rendimos nuestras reverencias al árbol, tuvimos un kirtan y tomamos un baño en las santificadas aguas. Yo había traído conmigo para la ocasión un contenedor plástico de dos litros. Luego de vaciarlo lo llené con cuidado con el agua del sagrado río.

Mientras nos preparábamos para irnos a la mañana siguiente, me dirigí al templo principal de Keturi para tomar darsan de las Deidades. El pujari estaba realizando una rápida puja a las salagramas y me sorprendió verlo que simplemente echaba algo de agua sobre Ellas, las secaba rápidamente y las devolvía al altar. Se trataba realmente de una adoración simple en extremo. No les hizo ningún masaje con aceites, que es la costumbre y tampoco les ofreció pasta de sándalo, ni hojas de Tulasi. Cuando vi que les ofreció un pequeño plato de frutas me decepcioné. Justo entonces el superintendente del templo entró y le llamé la atención por la aparente falta de estándar en la adoración.
Él agachó su cabeza, “es verdad lo que usted dice, he tratado de recalcar este tema en los sacerdotes durante años, pero a ellos parece no importarles”.
Pensé “estas son unas Deidades muy importantes, fueron parte de los pasatiempos de Narottam das Thakur, Ellas merecen más que esto” y decidí intentar algo.
“Narottam es una gran fuente de inspiración para mi” dije, “él es un gran predicador y un devoto profundamente realizado. Él es uno de mis héroes, pienso en él muy a menudo cuando predico por los países occidentales”.
Hice una pausa y oré por misericordia, y dije “¿podría usted considerar en darme una de esas salagramas? yo tomaré un buen cuidado de la Deidad, ofreciéndole una adoración opulenta y sería parte del movimiento de prédica del Señor Caitanaya en el Oeste, inspirando a muchos devotos”.
Quedé atónito por su respuesta.
“He estado observando cuidadosamente al grupo” dijo, “puedo ver que ustedes son unos vaisnavas sinceros y que tienen un profundo afecto por Narottam das Thakur, así que tome la salagram que usted guste, tan sólo indíquele al pujari cuál es la que usted desea.
Yo ya había elegido la salagram principal del altar, se trataba de la más grande, poseedora de una belleza exquisita y de una textura como el cristal, tenía una gran boca con dos enormes cakras dentro, otro cakra rodeaba su costado.
”Me lo llevaré a Él” dije, señalando con mi cabeza (no con mi dedo que es considerado poco cortés en la etiqueta Védica).
El superintendente le dio la instrucción al pujari, quien tomó la salagram del altar sin ninguna emoción aparente. Rápidamente la depositó en mi mano, quedé parado allí con mi mano temblorosa, tratando de entender la misericordia de la que había sido objeto.
Cuando volví a mi cuarto para recoger mis pertenencias le mostré la Deidad a Radhanath Swami, quien quedó paralizado por la emoción.
“Él es tan majestuoso” fueron sus primeras palabras, “eres tan afortunado, estás llevando parte de la historia de Keturi contigo, “¿quién es Él, qué encarnación?”
“Debido a Su gran boca y cakras, seguramente se trata de Nrsimhadeva” respondí.
“Pero también tiene este colmillo en su costado así que también pienso que puede ser Varaha y por lo que aprendí del difunto Viswambara Goswami, del templo de Radha-Raman de Vrindavana, el pequeño cakra en su interior puede indicar que Laksmidevi se encuentra presente. Pienso que esta sila es Varaha-Nrsimha, pero llamémosla Ketur-nath, el Señor de Keturi.
”Esto es maravilloso,” dijo Maharaja.
“Mañana le ofreceremos una elaborada ceremonia de baño, con muchas hojas de Tulasi y un gran festín” concluí.

Luego tristemente partimos de Keturi, la sagrada morada de los pasatiempos de Narottam das Thakur. Mientras estrujaba el precioso regalo contra mi corazón, consideré que no solo nuestro pequeño grupo de peregrinos habíamos recibido la buena fortuna de Keturi, sino que también muchos vaisnavas alrededor del mundo.

Los días siguientes visitamos muchos otros lugares sagrados, tal como los lugares de los incondicionales asociados del Señor Caitanya, Pundarik Vidyanidhi, Vasudeva Datta, Mukunda Datta y Murari Gupta. También visitamos la ancestral casa del padre del Señor Caitanaya, Jagannath Misra, un antiguo arreglo de edificios de piedra al norte de Bangladesh. Pero nuestra experiencia en Keturi dejó la mayor impresión en mi. Luego de Keturi los deseos de volver a predicar al occidente se acrecentaron en mí. En más de una forma había recibido una misericordia especial –y la quería compartir con otros.

No tuve que esperar mucho, en el aeropuerto de Dhaka, mientras esperaba en el lobby para abordar mi vuelo fuera del país, un hombre santo musulmán se me acercó. Como medida de seguridad no tenía puesta mi ropa devocional y portaba una barba de dos semanas. Muchos musulmanes asumían que yo era uno de ellos y me saludaban respetuosamente con salamalekam (saludos). Este hombre en particular señaló mi botella de agua especial y dijo en un precario inglés “¡Allah Akbar!, estoy muy sediento, muy seco. Por favor agua”.

Quedé congelado, quería beber de mi botella de agua del río Padmavati donde Narottam das Thakur había recibido el prema, cada gota en esa botella era sagrada, era capaz de dar más que la liberación, podía dar amor por Dios. Pero él pensaba que se trataba de una simple botella de agua, dudé por un momento y muchos hombres musulmanes me observaron. Obviamente uno no le niega a un hombre santo musulmán un simple trago de agua, así que le extendí la botella y procedió a beberla con ‘gusto’. Quedé consternado al ver que se había bebido más de la mitad de la botella, volteó y me dijo “¡hoy Allah ha sido muy bueno conmigo!”
“Si que lo ha sido” le respondí con una sonrisa.
Pensé “mi prédica ya ha comenzado, incluso antes de partir de Bangladesh ya estoy compartiendo la buena fortuna de mi peregrinaje con otros, de hecho esta debe ser la perfección de visitar un lugar sagrado”.

quote:

gaur amara, je-saba sthane,
koralo bhramana range
se-saba sthana, heribo ami,
pranayi-bhakata-sange

Todos aquellos lugares donde mi Señor Gaurasundara ha viajado en sus pasatiempos, yo los visitaré en compañía de amorosos devotos.

[Srila Bhaktivinoda Thakur - Suddha-bhakata, from Saranagati]
© 2003 - SS Indradyumna Swami - www.predicador-viajero.com

© 2006 Templo Virtual de ISKCON (trad. al español)
El contenido de estas narraciones no podrán ser reproducida sin previo consentimiento por escrito del autor.

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