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Volumen 6 - Capítulo 10 - Compatiendo...

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Enviado Jueves, 04 de Agosto de 2005 - 06:38 pm:   



Diario de un Predicador Viajero Volumen 6 - Capitulo 10
Compatiendo la buena fortuna con otros
Rusia, 26 de Mayo al 1º de Junio del 2005.

Mi visita de tres días a Tatarstan fué muy rápida, dicen que el tiempo pasa muy rápido cuando disfrutas lo que haces, lo contrario ocurre a cuando estas aburrido y molesto.

Hace unos meses hablando con mi hijo, Gaura Sakti dasa, acerca de como los devotos de mi generación han empezado a fallecer, me dijo: "Has vivido una vida plena, aún si llegaras a morir el día de hoy no tendrías nada que lamentar."

Y tiene razón, desde mis comienzos en la Conciencia de Krishna núnca he tenido que esforzarme por las necesidades de la vida, de hecho el Señor ha sido más que generoso conmigo al proveerme con el alojamiento que he necesitado para mi y para propagar Su Movimiento.

Espiritualmente no puedo empezar a describir la misericordia que he recibido del Señor - mi propio maestro espiritual, los Santos Nombres, la asociación de los vaisnavas y mis más adoradas Deidades que son mi constante comañía. Pero un devoto núnca debe pensar que estos regalos son únicamente para uno mismo. Estos regalos deben ser compartidos con otros.

quote:

Una vez que un devoto ha sido iniciado por el Señor o por su representante autorizado toma muy seriamente el canto de las glorias del Señor y viaja alrededor del mundo para que otros puedan también escuchar las glorias del Señor..., (su) única ocupación es el cantar y recordar los Santos Nombres, la fama y pasatiempos del Señor, y de acuerdo a su capacidad, el distribuír el mensaje para el bienestar de otros sin esperar una remuneración material.

[Srimad-Bhagavatam 1.6.26 comentario]


He tratado lo mejor posible de cumplir la órden de Srila Prabhupada siempre agradecido al llevar su misericordia al mundo entero.

Cuando me encontraba cruzando la seguridad de un aeropuerto para tomar mi siguiente vuelo un oficial de imigración vió mi pasaporte, tenía 314 sellos de entrada y salida y visas para 18 países, sonrío y preguntó:
"¿Es esta una Biblia de viaje?"

Nadie podría negar que el viajar por todo el mundo es emocionante, pero la emoción de las aventuras disminuye algunas veces por las austeridades que se pueden presentar, mis constantes viajes son testigo de ello.

El aeropuerto de Kazan tiene un systema único, los pasajeros deben pasar primero por un control total de seguridad antes de documentar el equipaje, cuando Uttama-sloka dasa y yo llegamos a documentar el agente tomó nuestros boletos y rápidamente nos entregó nuestros pases de abordar, la agente llamó después al siguiente pasajero, cuando los pasajeros caminaron hacia el frente voltié a ver Uttama-sloka y le dije: "¡Oye!, dile a la señorita que no documentó nuestro equipaje."

Abriéndose camino hacia el mostrador de la línea aerea Uttama-sloka le hizo el comentario y nuevamente se abrió camino de regreso.
"Dijo que carguemos nuestro equipaje en el avión"
"¿Qué?" le pregunté, "¿cargar todo nuestro equipaje en el avión?¿Cómo es eso posible?

El problema es que traía bastante equipaje, cuando viajo a Rusia siempre cargo con algunos esenciales que ordinariamente no llevo conmigo a otros lugares: Un buen saco de dormir, una estera de espuma, una almohada, mis propios utencilios, medicina y ropa para clima frío y caliente, Rusia es un país my grande y con muchas zonas climáticas.

Seguramente Uttama-sloka y yo llevamos tal pinta cuando arrastramos nuestro equipaje hasta la sala de abordaje, llegamos al tiempo que la llamada para abordar se había hecho y omo los asientos no están asignados todos los pasajeros se agruparon al frente de la puerta esperando ansiosamente por ser los primeros en abordar el autobús que nos llevaría hacia el avión, pilas de equipaje estaban en todas partes.
"¿Qué sigue?" me pregunté, "¿Cómo es que todos nosotros -y el equipaje- cabremos en el avión?"

Después de un minuto la puerta se abrió y sin anunciarse y todos salieron a toda prisa hacia el autobús, Uttama-sloka y you fuímos los últimos, cuando el autobús llegó al avión también salieron corriendo y nuevamente fuímos los últimos en salir.

Cuando caminábamos hacia el avión me impresionó ver su condición, era un viejo avión de hélice como los que hay en los museos, una mujer estaba parada en una vieja escalera de madera inclinada al frente del avión lavando las ventanas con una cubeta de agua con jabón y un trapo.

Al entrar al avión la azafata nos preguntó: "¿A dónde están volando?", a lo que Uttama-sloka respondió sorprendido: " A... Ekaterinburgo".
"¿Qué clase de pregunta es ésa?" le dije, "¿necesita saber a dónde estamos volando?"
"Presiento que las cosas aquí están un poco desorganizadas y quizás algunas veces los pasajeros abordan vuelos equivocados" le dije.

Estuvimos de suerte, encontramos dos asientos desocupados al centro del avión, pero no había lugar para nuestro equipaje, los compartimentos estaban llenos así que acomodamos parte de nuestro equipaje en el piso y el resto en nuestro regazo.

La azafata no revisó si los pasajeros tenían los citurones de seguridad puestos o no y ningún anuncio de seguridad fué hecho, al contrario, quince minutos después la azafata apareció en el pasillo y gritando anunció: "El vuelo será muy inestable", no dijo nada más ni dió las instrucciones pertinentes.
Voltié a Uttama-sloka y le dije: "en Norteamérica no dejarían volar este avión."

Vimos venir al copiloto por el pasillo vimos, un hombre aparentemente en sus cuarentas, iba caminando hacia el baño cuando le dije Uttama-sloka que le preguntara qué tan viejo era el avión.
El hombre se rió a tal pregunta y contestó:"El avión fué hecho antes de que yo naciera."

Tal y como la azafata predijo el vuelo de 3 horas fué realmente inestable, considerando eso y la edad del avión me puse un poco nervioso y sediento también, posiblemente por el esfuerzo de acarrear todo el equipaje, ni agua ni jugo fueron servidos, mi tolerancia estuvo a prueba aún más por todo el equipaje alrededor de nosotros y en mi regazo lo que me impidió moverme durante del vuelo, supe que habíamos aterrizado por el rechinido de las llantas al tocar el suelo y el patinar del avión cuando se detuvo.
"No vuelvo a tomar este avión" dijo Uttama-sloka.
Pero recapacitando gustosamente hubiera tomado el mismo avión a nuestro siguiente destino si hubiera sabido qué clase de tren ibamos a tomar dos días después de nuestra breve visita en Ekaterinburgo.

Era una mañana fría y con llovizna cuando abordamos el tren a Ufa, "¿cuánto tiempo de camino?" le pregunté a Uttama-sloka mientras cargabamos nuestro equipaje al compartimento.
"Veintitres horas", contestó.
"¡Veintitres horas!, exclamé
Pensé que a lo máximo serían unas tres horas de viaje, ha sido tanta mi atención en el predicar que no tuve la oportunidad de revisar los detalles de nuestro viaje.
"Si" contestó, "es un largo viaje pero no tanto de acuredo a los estándares rusos, muchos de sus discípulos viajaron por dos, tres y hasta cuatro días en tren para venir a las celebraciones de su Vyasa Puja en Ukrania el mes pasado."
Cuando entramos a nuestro compartimento y encendimos la luz, Uttama-sloka dijo con una gran expresión: "Pero estoy seguro que no viajaron en trenes como este."

Tomé un vistazo a lo sería nuestro hospedaje por la siguiente noche y día de camino, "parece que este tren es mucho mas viejo que el avión en el que viajamos el otro día" le dije.
La alfombra estaba muy percudida, la ventana estaba tan sucia que apenas se podía ver hacia afuera, los asientos de viníl estaban desgarrados y al parecer la mesita plegable no se ha limpiado en los últimos 50 años, había pedacitos de salchicha ya secos y pegados entre las fisuras de la mesa.

Saqué el colchón que estaba debajo de mi asiento para poner mi equipaje y estaba lleno con desperdicios de ratas, retrocedí y me senté en mi asiento, sin quererme mover a ningún lado.
"Oh Dios" pensé, "¡a lo que me expongo por la gente the Rusia!", pero rápidamente comprendí mi error y me calmé.
"¿Y mi maestro espiritual?" pensé, "¡él pasó por mucho más para salvarme a mí y a la gente del occidente!"
Recuerdo que un discípulo le preguntó a Srila Prabhupada hacerca de su primer año en Nueva York, a lo que Srila Prabhupada respondió: "Núnca podrías imaginar por lo que pasé."
"Por mi maestro espiritual, por él deberé tolerar este día y noche en este horrible tren", me dije a mi mismo.

Muy pronto Krishna puso a prueba la sinceridad de mis palabras, aúnque ya había comenzado la primavera y las temperaturas calidas comenzaban a subir todas las ventanas del tren estaban selladas, esta fué una medida tomada en el invierno, el compartimiento se volvió sofocante muy pronto.
"Por favor abre la ventana" le deje a Uttama-sloka.
Trató de abrir la ventana por un buen rato y finalmente logró abrirla, pero cuando pasamos la región montañosa el aire frío de la noche se volvió helado pronto.
"Cierra la ventana" le dije horas después, ya a altas horas de la noche, todavía sentado en la misma posición y en el mismo lugar.
Uttama-sloka trató y trató de cerrarla por media hora y finalmente se dió por vencido y dijo: "Srila Gurudeva no es posible, está pegada."
Horas después, cuando el tren cruzaba una región pantanosa lentamente, los mosquitos aprovecharon que la ventana estaba abierta para visitarnos, sin tener repelente de mosquitos estuvimos a su misericordia y no tuvieron ninguna compasión por nosotros, bueno, después de todo así es la vida de un predicador viajero.

Pero pronto todas mis austeridades fueron recompenzadas.

El largo viaje pronto llegó a su fin, cuando el tren llegó a la estación en Ufa ví un gran grupo de sonrientes devotos que habían venido a recibirnos, cuando nos vieron por la ventana diez de ellos corrieron hacia nuestro coche y se instalaron frente al pasillo de la salida del compartimento, les pasamos nuestro equipaje y en pocos minutos estabamos fuera del tren.
Como no había podido dormir mucho durante la noche anterior y aún desorientado por el inestable vuelo de dos días atrás, saqué mi bolsa de dormir en cuanto llegamos al departamento donde nos alojaríamos.
Pero tan pronto me acosté Uttama-sloka entró en mi habiación y dijo: "Srila Gurudeva el horario aquí es diferente y ya se nos hizo tarde para su clase de esta tarde".
Forzadamente abrí mis párpados, "¿puedo tomar un baño primero?", fué todo lo que pude decir.

Veinte minutos después ibamos en camino al salón.
"¿Cuántos devotos tienen en esta yatra?", le pregunté al devoto que conducía.
"Alrededor the 300", respondió.
"Muy bien", le dije.
"Habría más, pero estamos en una zona musulmana y no se nos permite predicar abiertamente, no podemos tener Harinam ni ningún otro programa públuco" dijo.
"Siento mucho escuchar esto" le respondí.

"Y no muchos devotos mayores nos visitan" me dijo dirigiendo su mirada hacia mi, "la última vez que un sannyassi nos visitó fué hace mas de un año, los devotos están muy agradecidos con usted por su visita".
Se detuvo un poco y después dijo: "espero que no haya tenido problemas para llegar aquí."
"¿Problemas?" le dije, "oh, ningún problema... ningún problema en lo absoluto."
Me detuve y empecé a decir: "bueno, de hecho sí hubo algo de problema, verás, primero ese inestable avión y después este horrible tren, nuestro compartimento estaba lleno de desperdicios de ratas y..."

Repentinamente el carro dió la vuelta a la esquina y un gran grupo de devotos en la banqueta explotaron en kirtan cantando y bailando emocionadamente, cuando nos acercábamos pude ver a varios devotos llorando, mi conductor levantó su voz para hablar más alto que el sonido del kirtan y gritó: "se lo dije los predicadores vienen aquí raramente, Ufa está al final del mundo."
Cuando detuvimos el auto y salí me llovieron flores, dinero, frutas y otros obsequios. Los devotos me llevaron hacia el edificio dirigiendo el kirtan, subimos algunas escaleras hasta la entrada de un gran salón, el kirtan paró por un momento mientras los devotos se quitaban sus zapatos.
Cuando entré en el salón me sorprendí al ver más cientos de devotos, todos me ofrecieron respetos al verme, nadie se movió por un momento, un minuto después el kirtan comenzó de nuevo y fuí escoltado hacia el Vyasasana al frente del salón, cuando el kirtan comenzó tomar más entusiasmo los devotos se veían más y más alegres, sentado en el Vyasasana miré a la audiencia, parecía que gente de todas las esferas sociales estaban ahí, inclusive noté a algunos hombres usando pequeñas gorras circulares usadas por los musulmanes.

Cuando terminó el kirtan junté mis manos y dije las oraciones del prema-dvani usando el micrófono para dirigirme al público y glorificar a nuestro guru parampara y a Krishna, tan pronto se levantó la audiencia me ofrecieron sus respetos para tomar sus lugares, sentí una fuente de inspiración para reciprocarles su tan cálida y amorosa recepción.

La fatiga de mi viaje desapareció repentinamente y así como la impresión de mis recientes austeridades cayeron en el olvido, me sentí animado y lleno de energía en la asociación de tantos maravillosos devotos sirviendo al Señor Caitanya en ese lugar tan distante, cuando me preparaba para iniciar la clase, cerré mis ojos por un momento y recordé una carta que Srila Prabhupada escribió a un amigo cercano, esta carta es mi favorita y muchas veces me sirve como recordatorio de la felicidad que un devoto siente, aún en adversidades, compartiendo su buena fortuna con otros.


quote:

Mi querido Prabhavisnu,

Por favor acepta mis bendiciones, acuso de recibida tu carta de fecha enero 1, 1973 y estoy muy contento al saber de ti y de la maravillosa noticia del grupo viajando en Inglaterra..., entiendo que no es nada fácil el viajar tan extensivamente por largos periodos y sin la comida adecuada, ni descanso y a veces incluso el clima puede ser muy frío, [pero] aún porque estás disfrutando, disfrutando espiritualmente, parece como un juego para ti, eso es avance en la vida espiritual, núnca alcanzada ni por los más exaltados yogis ni por los pseudo llamados jnanis. Deja que cualquier hombre vea a nuestros devotos trabajando muy duro por Krishna, después deja que cualquier persona diga que no son mejores que los millones de pseudo yogis y transcendentalistas.

¡Ese es mi reto!, porque mediante tu realización personal estás entendiendo esta filosifía de la Conciencia de Krishna, asi que en poco tiempo habrás pasado todas las etapas del proceso del yoga para llegar al punto más alto y entregarte a Krishna, de verdad esto lo aprecio mucho, muchas gracias por ayudarme en ese sentido.

Espero que esta carta te encuentre y los otros devotos de tu grupo en buena salud y ánimos.

Tu bienqueriente eterno
A.C. Bhaktivendanta Swami

[Carta a Pravavisnu - Enero del 73]


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Si desea leer el Diario de un Predicador Viajero vol. 3, favor de visitar: http://www.iskcon.com.mx/biblioteca

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