.

SS Sridhara Swami, El Swami Feliz

Istagosthi Virtual » Noticias y Pasatiempos » In Memoriam » SS Sridhara Swami » SS Sridhara Swami, El Swami Feliz « Previo Próximo »

Autor Mensaje





Web Servant

Nombre de Usuario: Admin

Mensaje Número: 588
Registrado: 12-2002
Enviado Domingo, 27 de Junio de 2004 - 10:26 am:   

Estimados Devotos:
PFAMHR TLGASP

En realidad corresponde que comencemos con el volumen 4 del Diario de un Predicador Viajero, pero debido a la importancia y trascendencia de la partida de SS Sridhara Svami en Mayapur hace unos meses es que decidimos enviar este capítulo del volumen 5 en forma especial que habla precisamente de los últios momentos de SS Sridhara Svami con SS Indradyumna Svami

ys
Harinama dasa
Narendra dasa


(la gorra dice: Prabhupada's Dog - El perro de Prabhupada)


Diario de un Predicador Viajero
Volumen 5, Capítulo 16
Marzo 12 - Mayo 1 del 2004
"El Swami Alegre"

Estaba sentado a la espera del arribo de Sridhar Maharaja en el aeropuerto Heathrow de Londres, finalmente apareció y caminó lentamente hacia mi. Sonrió al acercarse más. "¿Qué capítulo llevás de tu libro?" preguntó. Inmediatamente lo abracé "Acabo de enviar el capítulo 12" respondí, sonrió nuevamente y dijo "Supongo que estaré en el próximo capítulo, pero no estaré por estos rumbos para poder leerlo."
No pude decir nada. Era cierto lo que acababa de decir, se encontraba en un estado de cáncer terminal y se dirigía al santo dhama de Mayapura a pasar sus últimos días.

Dos días antes había recibido un e-mail de su discípulo Mayapura das, enviado desde Sudáfrica. Maharaja estaba en Vancouver, Canadá, y necesitaba un transplante de hígado. Mayapur deseaba saber si yo podía proveer de apoyo financiero.

Le escribí de forma inmediata diciéndole que estaría feliz de ayudar en lo que estuviera a mi alcance.

Mayapura respondió 10 minutos más tarde. "Los doctores dicen que Maharaja no podrá recibir un hígado nuevo, además de la hepatitis C y la cirrosis, descubrieron tres lugares más donde el cáncer afectó a su hígado, haciéndolo incapaz de recibir uno nuevo debido a que el cáncer se había diseminado por todas partes. No hay nada que se pueda hacer, es cuestión de días o semanas para que Maharaja abandone el cuerpo." Mayapura continuó diciendo que Maharaja quiere viajar y brindar una última asociación a sus discípulos.

Llamé de forma inmediata a Maharaja en Vancouver.

"Sridhar Maharaja, Esta es la última etapa de tu vida, sólo te quedan unos pocos días o semanas. Pienso que es mejor que vaya a algunos de los Santos Dhamas en India y te prepares para tu partida. Has pasado la mejor parte de tu vida predicando, tienes derecho a pasar tus últimos días en el Santo Dhama, el Festival anual de Mayapura está cerca, tus discípulos te pueden ver allí." Insistí hasta que accedió.
"¿Me ayudarás llegar a Mayapura?" preguntó.
"Por supuesto", dije.

Maharaja le entregó el teléfono a su hermana Fiona, caminó una corta distancia y habló en voz baja: "Los doctores dicen que no sobrevivirá un viaje a la India, pero pienso que debemos hacer la prueba de todas formas, sé que ahora India es el mejor lugar para él, ya he reservado un pasaje, uno de sus discípulos lo puede acompañar, y usted lo puede encontrar en Londres en su parada nocturna."

Ahora me encontraba con Maharaja en el Aeropuerto Heathrow. Caminamos de la sala de llegadas hasta el auto que nos esperaba afuera, muchos de sus discípulos europeos se aglutinaron a su alrededor, el se encontraba cansado y adolorido por el largo viaje. Haciéndome cargo del rol que interpretaría durante los próximos 10 días, le permití hablar con sus discípulos durante unos pocos minutos y luego les dije que se tendría que retirar a descansar para su viaje de mañana, unos discípulos que se molestaron por no poder pasar unos pocos y preciosos momentos más con él me miraron, no acepté ninguna ofensa, pero Sridhar habló.

"Desde ahora en adelante, todos ustedes deberán hacer lo que les diga Indradyumna Maharaja, la naturaleza de esta enfermedad es de que ciertos gases se acumulan en mi estómago y suben a mi cabeza haciéndome volátil, se llama encefalopatía. Algunas veces incluso me hace caer en un cóma hepático, por lo tanto no podré decidir que hacer, así que desde ahora en adelante Indradyumna Swami es su autoridad."

Tuve que acceder, por lo que les pedí a los 20 discípulos que estaban presentes que fueran al hotel esta noche para un corto darsan.

En el hotel, ayudé a Maharaja a quitarse la kurta, quedé pasmado al ver que su abdomen tenía un color púrpura oscuro.
"Las vasos de sangre comenzaron a estallar dentro de mí." Dijo y comenzó a sonreír. "Cuando el grande se vaya, también lo haré yo."
Quedé maravillado por su compostura, pero era sólo el comienzo. En los 10 días en los cuales estaría con Maharaja, nunca detectaría el menor atisbo de miedo por la muerte, de hecho bromeaba al respecto con nosotros. Más tarde Ambarisa Prabhu nos comentaría que comunmente cuando alguien se acerca a la muerte es un gran drama, pero Sridhara Maharaja lo hacía incluso humorístico, el siempre fue alegre, incluso durante el final.

Pude apreciar por qué lo llamaban el Swami Feliz, años atrás en Bombay dos ricos miembros vitalicios -el Señor Brijratan Mohatta y el Señor M.P. Maheshwari comenzaron a llamarlo de forma afectuosa El Swami Feliz debido a que siempre se encontraba alegre y así fue como el nombre permaneció. Incluso el sitio web de Maharaja fue llamado el Swami Feliz ( www.jollyswami.net )

Maharaja tomó un baño y descansó un poco para luego permitir que sus discípulos pasaran, para muchos de ellos éste sería su último dharsan por lo cual la atmósfera era intensa.

Antes de que todos se sentaran Maharaja comenzó a hablar. "Cuando yo parta pueden llorar algunos días, pero deben retornar a sus servicios, nunca tuve una familia propia, tomé sannyasa siendo un hombre joven, pero cuando acepté discípulos me beneficié tremendamente, sentí emociones que nunca antes había tenido, de seguro que tales relaciones no finalizarán cuando muera."
"Cuando parta, podremos estar juntos de una manera más significativa, el servicio en separación es superior. Los amo a todos mucho. El rey es bueno por la gente, y la gente es buena por el rey."

Mientras maharaja hablaba, me encontré escribiendo todo lo que él decía ya había escuchado antes tanta sabiduría, pero de alguna manera esta vez tenía más peso debido a que provenía de alguien a punto de morir. Concluí que esta sabiduría no son sólo las palabras mismas, sino que también de quien vienen y cuando. Después de haber ofrecido palabras de gravedad a sus discípulos Maharaja volvió a su estado natural y la atmósfera se alivianó, un discípulo se acercó a él con una pintura relativamente simple de Radha y Krsna, al principio Maharaja restregaba sus ojos para poder mantenerlos abiertos, ya era tarde y se encontraba bastante sedado. Al ver su inflamada y púrpura barriga y su cansado rostro me preguntaba cómo hacía para poder entretener a tanta gente.
Abrió sus ojos y volvió a la conciencia, observó la pintura de Radha y Krsna y sonrió, miró amorosamente a su discípulo y luego lo hizo con la audiencia de devotos. "Hay talento en esta pintura, está inmanifiesto, pero allí está."
Entonces todos estallaron en carcajadas, había cortado la atmósfera pesada con su usual forma de humor, algunos devotos continuaron riendo pero otros rápidamente recordaron la situación y volvieron a la realidad poniéndose nuevamente serios.

Mientras observaba esto, recordé las enseñanzas de Srila Prabhupada desde su lecho de muerte: "No piensen que esto no les sucederá a ustedes."

Ciertamente era un consejo inteligente, pero al ver a un hermano espiritual de mi edad pasando por el mismo proceso de muerte, de alguna manera lo hizo más real. "yo también pronto me encontraré en mi lecho de muerte rodeado por mis discípulos" pensé. Admiré la habilidad de Maharaja de brindar conocimiento eterno en tal condición, por lo que observé de más cerca, preparándome a mi mismo para dar mis instrucciones finales.

Más tarde Maharaja comenzó a dormirse, alguien me ofreció un plato de prasadam y comencé a comer, me di cuenta de que no había comido ni dormido en 32 horas, desde que había abandonado Sudáfrica para unirme a Maharaja.

Unos minutos más tarde se despertó y pidió prasadam, alguien le trajo, me miró. "¿No vas a comer?", preguntó.
"Ya he comido", dije, "Asumí que estarías ayunando."
"El comer es algo a lo que nunca me rendiré a abandonar". El cuarto se encendió con risotadas.

Ya era medianoche, por lo que me paré y les pedí a los devotos que se marcharan, en eso un discípulo de Maharaja me extendió una carta de recomendación para iniciación brahmínica de un templo en Slovenia.
Lo miré incrédulamente. "Es casi medianoche", le dije.
"No hubo una oportunidad antes.", respondió.
Maharaja se despabiló. "¿Qué sucede?"
"Hay cinco devotos aquí que desean la segunda iniciación." Le dije.
"No estaré por estos rumbos para instruirlos" les dijo a los devotos. "Es mejor que tomen segunda iniciación de Indradyumna Swami."
Algunos de los prospectos a iniciación comenzaron a llorar.
"Maharaja, lo haré como servicio a ti, pero siento que es mejor que lo hagas tú mismo mientras todavía estés vivo. Yo los ayudaré luego de tu partida."
"Está bien", dijo Maharaja.

Me sentí contrariado por instruir a Maharaja debido a que lo considero un devoto mayor a mí, hemos viajado juntos casi durante un año en 1986, y estuve feliz de haber tomado la posición de subordinado, me dijo en aquellos tiempos que hacíamos un buen equipo, pero que él tomaba siempre las decisiones importantes. No tuve problemas con eso respetaba el hecho de que Maharaja había tenido mucha asociación con Srila Prabhupada. Siempre consideré esto un raro privilegio, el asociarse con hermanos y hermanas espirituales que sirvieron en asociación a Srila Prabhupada, es común que tengan un amor especial por él, y esto es contagioso.

Un reloj cercano sonó dando la media noche. "Tendremos que hacer la iniciación ahora", dije. "Todos los iniciados que se adelanten y Maharaja dirá el mantra en voz alta para que lo puedan escuchar."

No hubo cuestionamientos de por qué no le daba el mantra de forma individual. El darsan había probado ser arduo, y por momentos caía en inconciencia, recuerdo las palabras de su hermana al teléfono -los doctores habían dicho que probablemente no sobreviviría al vuelo a la India- por lo que esperaba que muriera a en cualquier momento.

Mientras los iniciados se movían, les pedí a los otros que salieran del cuarto. Maharaja abrió sus ojos lentamente, y para mi asombró dió una clara y concisa charla sobre la Conciencia de Krsna haciendo relevancia en la importancia de la iniciación Brahmínica, ya hacia el final comenzó a cabecear nuevamente, por lo que le pedí que recitara el mantra.

Con sus discípulos atentos, comenzó a recitar el gayatri mantra, palabra por palabra, pero me puse ansioso cuando alcanzó la tercer línea y comenzó a disminuir su velocidad, tenía problemas de concentración -nuevamente, la combinación de la enfermedad, cansancio, los poderosos anestésicos y el vuelo fueron demasiado.

Ya no pudo recordar la próxima línea, sonrió, y me miró. "Di tú el mantra, y yo lo repetiré a ellos". Estaba sorprendido, pero considerando el tiempo, lugar y circunstancias, comencé a decir el mantra palabra por palabra, y Maharaja lo repitió a sus discípulos.

En esos momentos yo también estaba cayendo dormido, en un momento olvidé a dónde me encontraba y dudé por un momento. Maharaja me miró y sonrió. "No podemos cometer ningún error aquí", dijo.

Miró a los devotos presentes, "Uno de ustedes que sea brahamana le dirá el mantra a Maharaja, Maharaja me lo dirá a mi, y yo se lo diré a los nuevos iniciados."

Y esta fue la forma en la cual los cinco devotos recibieron el mantra, después con lágrimas en sus ojos se pararon y saludaron a su maestro espiritual por última vez en sus vidas, la partida de los devotos de ese cuarto de hotel aquella noche fue una de las experiencias más intensas que haya tenido en mi vida. Partieron lentamente, tratando de extender cada momento lo más posible, sse retiraban centímetro a centímetro hacia la puerta, sus lágrimas rodaban por sus mejillas, focalizando su atención en su Maestro Espiritual. Maharaja también tenía lágrimas, pero hizo a un lado sus sentimientos y dió las bendiciones finales a sus discípulos.

Tan pronto como se cerró la puerta, Maharajá colapsó y cayó profundamente dormido en la cama.

A la mañana siguiente lo desperté con grandes dificultades. Al principio no sabía a dónde se encontraba o qué estaba pasando. "Maharaja", le dije, "estás en Londres, en tu viaje a la India para preparar tu partida de este mundo."

Tomó más conciencia y sonrió. "Si, tengo tres deseos: Llegar a Mayapura vivo, el presenciar la instalación de las Deidades Panca Tattva, y participar del festival de Gaura Purnima."
"Entonces mejor que nos movamos Swami, el tiempo está corriendo."

Muchos devotos ayudaron a Maharaja a empacar, mientras me dirigí a mi habitación a arreglar mis cosas, cuidadosamente puse los guantes de goma y máscaras de cirugía que compré en caso de una necesidad, los doctores le dijeron a Maharaja que esta enfermedad le podría causar vómitos de sangre cuando muriera, de hecho la presión en su cuerpo podría hacer que su sangre rompiera los tejidos de los ojos, nariz y oídos para salir y le advirtieron de que su hepatitis C puede ser altamente contagiosa por muchas horas. Consideré los riesgos de viajar con Maharaja, pero sentí que se podían minimizar tomando las precauciones cuando esto sucediera.

En el auto le pedí Maharaja tu pasaporte y boleto y los revisé para asegurarme de que todo estuviera en orden, pero vi algo que parecía estar mal. "Maharaja, tu boleto está marcado sólo hasta Calcuta. No hay boleto de vuelta", mi voz se enmudeció cuando me di cuenta de mi error.
Maharaja sonrió. "Un boleto sólo de ida a casa: mam upetya tu kaunteya, punar janma na vidyatae." (Pero aquel que alcanza mi morada, o hijo de Kunti, nunca más toma nacimiento. BG 8.18)

Cuando llegamos al aeropuerto, le pedí a Maharajs que esperara a que realizáramos el registro, las Aerolíneas no permiten a pacientes en estado terminal por obvias razones y en las condiciones de Maharaja, piel pálida y pinta de a punto de desmayarse, claramente parecía alguien a punto de morir.

De hecho cuando la mujer que nos atendía miró la foto de Maharaja en el pasaporte y luego lo miró, pareció dudar por un momento. Dije rápidamente. "Mal caso de gripe, madame, pero está a punto de salir."
"Oh, pensé que era algo más serio" dijo.
Pensé en el primer deseo de Maharaja: llegar al Santo Dhama. "Oh no," dije con aire de confianza, "para nada"

Luego de migracion abordamos el vuelo, ambos boletos a Calcuta habían sido donados y por la gracia de los devotos nos encontrábamos en primer clase.
Tan pronto como Maharaja se sentó se durmió y le recliné su asiento para que estuviera cómodo. No despertó hasta pasadas tres horas de viaje.

Estaba adormecido, miró afuera y me dijo que estábamos yendo por la dirección contraria.
"Eh", le dije, "¿Qué quieres decir?"
"¿No ves la señal?" preguntó, "Se está dirigiendo a Vancouver."

Ya había sido advertido de que los gases en su abdomen podían afectar su razonamiento y sonriendo le dije, "Está bien Maharaja, le diré al capitán para que hagan los cambios necesarios."
Maharaja se reclinó y se volvió a dormir.

Mientras el avión cruzaba los cielos me senté cerca de Maharaja para cantar lo suficientemente fuerte para que me oyera, pensaba que podría morir en cualquier momento, incluso dormido, y sentí la responsabilidad de que si ese momento llegaba, debería estar escuchando los Santos Nombres.

Se despertó dos horas más tarde gimiendo de dolor, rápidamente le di dos calmantes y en minutos se calmó.

Una aeromoza se dió cuenta de lo que pasaba y se acercó. "¿Está todo bien?"
Maharaja me sorprendió inmediatamente tomando la oportunidad de predicarle. "Siempre hay algo malo en este mundo, en cada momento estamos lidiando con el nacimiento, la enfermedad, la vejez, o la muerte. Por este motivo la persona inteligente debe intentar liberarse de la existencia material y volver al mundo espiritual."
"Esto tiene sentido," dijo la aeromoza. "¿Es lo que está usted haciendo?"
"Si" sonrió Maharajs, "es exactamente lo que estoy haciendo."
"¿Cómo puedo aprender a hacerlo también?" Me senté sorprendido.
Maharaja metió la mano en su bolso y sacó un libro de Srila Prabhupada 'La perfección del Yoga'. Yo estaba más que sorprendido.
"Leyendo esto," dijo él.
"Me encantaría tener ese libro", le dijo, "déjeme tomar mi cartera para darle una donación."
En 10 minutos volvió con un billete de 10 libras.
"Esto es por el libro" le dijo a Maharaja mientras le extendía el billete, viendo este intercambio recordé como nos predicó Srila Prabhupada en el momento de su muerte. Sridhar Maharaja estaba siguiendo los pasos de su maestro espiritual.

Al momento Maharaja giró hacia mi. "¿Puedes darme unos de esos sándwich de maní manteca y mermelada que hay en el bolso?"
"Eso tal vez no sea la mejor cosa para comer", le dije, "considerando tu enfermedad del hígado."
Rió. "En este punto ni hablar de curarme, mejor disfruto del prasadam y muero antes que comenzar a ayunar y vivir un poco más."
Le entregué el sándwich y cuando iba por la mitad un niño bengalí de cinco años se le acercó y se le quedó mirando. La primer clase estaba repleta de bengalíes de buen nivel económico que regresaban luego de un viaje por Occidente.
"¿Puedo tomar un poco?" preguntó el niño.
Maharaja paró de comer y lo miró.
"Estoy hambriento", le dijo el niño.
Antes de que pudiera intervenir, Maharaja sonrió y le dió parte de su sándwich al niño, sin esperar ni un momento inmediatamente se lo hecho a la boca y premió a Maharaja con una gran sonrisa.

Mientras el niño daba su segunda mordida, su madre vino para agradecer a Maharaja.
"Usted es muy amable con mi hijo, Swamiji", le dijo ella, "Le entregó los remanentes de sus alimentos a mi hijo. Gracias."
"No", dijo Maharaja, "de hecho, voy a Mayapura a morir, Mataji. Tengo cáncer de hígado, y los doctores tan sólo me dan unos días de vida."
Sabiendo que la dama se molestaría al saber que su hijo estaba comiendo el sándwich de un hombre moribundo, me las arreglé para interrumpir.
"Si, Si Mataji", dije "se dirige a Mayapura a morir, quiere decir con esto que desea dejar a un lado todos los deseos materiales para dedicarse de forma completa al servicio del Señor."
"Oh", respondió, "Muy lindo Swami, por favor bendiga a mi hijo una vez más."
Maharajá pasó su mano por la cabeza del niño y a continuación hijo y madre partieron.

Justo después se acercó un hombre bengalí. Había estado observando a Maharaja desde que habíamos abordado. "Lo he estado observando Swami, puedo apreciar que usted es renunciado, come poco, duerme poco y predica a estas almas desafortunadas. Le quiero entregar a uno de mis hijos swami, a mi hijo mayor. Tómelo como su sirviente."
Por un momento, Maharaja se quedó sin habla. Entonces sonrió y me miró. "¿Un poco tarde, no es así?" me dijo.
El giró al hombre. "Gracias Señor", le dijo, "Pero debo declinar. Sólo me quedan unos días de vida."

Maharaja estaba exhausto, se reclinó y cayó dormido, su asiento estaba reclinado como si fuera una cama, pero Maharajs era un hombre grande con una severa hinchazón de panza, se veía incómodo dando vueltas sobre sí mismo y gimiendo. Yo le cambiaba su posición de tanto en tanto para que se sintiera más cómodo, a veces salivaba y yo tomaba un pañuelo para limpiar su rostro, en un momento se orinó, sin poder hacer mucho le arreglé su ropa para que se pudiera secar. El aire la puso helada así que le puse medias en sus pies.

Me dí cuenta de que la gente me comenzaba a mirar raro, pero no me importó, estaba feliz con mi servicio, pensé que finalmente pude hacer algo de seva hacia un devoto mayor "me gusta más así" pensé, "no ser el objeto de servicio sino poder ofrecerlo." Cuando Maharaja dejó de moverse tomé el último pedazo de sándwich y me lo comí, entonces sintiéndome exhausto pero purificado caí dormido.

quote:

visayavista murkhanam
citta samskaram ausadham
visrambhena guroh seva
vaisnavocchista bhojanam

La medicina herbal para purificar las mentes de los tontos que se encuentran absortos en la complacencia sensorial es el servicio con fe a Sri Guru. La dieta son los remanentes del alimento de los Vaisnavas.

[Srila Sarvabhauma Bhattacarya, Sri Gauranga-mahima, Susloka Satakam, Texto 8]
Los dos nos despertamos justo antes de aterrizar en el aeropuerto de Calcuta, Maharaja me abrazó con los dos brazos y me dijo "Gracias por haberme traído hasta aquí 'Indie', Amo mucho a mis hermanos espirituales."

Esta era una genuina expresión de amor que él expresaba a menudo a lo largo de su vida, mientras muchos de nosotros lamentábamos su condición de deterioro, él parecía fijarse solamente en las buenas cualidades y servicio de aquellos que lo visitaban. Para mi esta era otra manifestación de su total falta de miedo a la muerte.

Había un humor optimista en la primer clase mientras la aeromoza servía un desayuno a base de frutas, bollos, queso y bebidas justo antes de aterrizar. La gente estaba hablando y riendo, parados en pequeños grupos aquí y allí.
Pero yo no compartía su optimismo, estando junto a un hombre a punto de morir me encontraba sobrio y reflexivo, en mi mente instruía a la gente. "Ustedes tontos, ¿Cuál es la alegría? Tarde o temprano tendremos que morir."

Me imaginé la escena como si fuera el Titanic: la gente teniendo una fiesta en la cubierta mientras el barco perforado se dirigía a la destrucción en altamar.

quote:

atmavan manyate jagat

Una persona evalúa a los otros de acuerdo a su propia mentalidad.

[anónimo]
Cuando aterrizamos Maharaja y yo sentimos un alivio, su primer deseo estaba cerca de ser cumplido, no estábamos lejos de Mayapura. Luego de pasar migraciones y aduanas ayudé a Maharaja a caminar afuera de la terminal, lo tuve que sostener, su condición se deterioraba rápidamente. Una vez, cuando jadeó de dolor lo ayudé con más fuerza. "Ya casi llegamos Swami," le dije.
Sonrió nuevamente a pesar de la agonía por la cual estaba pasando.

Mayapura, el discípulo de Maharaja, nos estaba esperando afuera junto a una van. Subimos a Maharaja y lo recostamos en un catre preparado para el viaje de cuatro horas a Mayapura.

Durante el camino Maharaja habló con afecto sobre sus discípulos. En particular hizo hincapié en el servicio de Mayapura das, su primer discípulo. Fue un néctar escuchar sus reminiscencias, pero doloroso a la vez ya que no habría más durante esta vida.

Estábamos tan absortos en nuestra charla que al principio no pudimos escuchar el gran kirtana que estaba siendo llevado a cabo en el camino a nuestra propiedad en Mayapura. Fui el primero en escucharlo, y cuando miré por la ventana quedé atónito: Todo el GBC había venido para saludar a Maharaja, tanto sannyasis como otros devotos mayores, también se encontraban reunidos cientos de otros devotos. Todos estaban cantando y bailando el bienaventurado kirtan dirigido por Danavir Goswami.

"Maharaja, los devotos han venido para recibirlo, mira."

Lo levantamos un poco para que pudiera ver por el parabrisas, y cuando llegó a ver el kirtana, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, quedándose sin habla. Lentamente comenzó a recobrar su voz. "¡Como amo a mis hermanos espirituales!"

En ese momento me di cuenta de cuan importante son los hermanos espirituales en la vida de uno. Así como uno no puede amar a Krsna sin la misericordia del maestro espiritual, uno no puede amar al guru sin la ayuda de los hermanos espirituales, estos tres están íntimamente ligados. Srila Narottama das Thakur canta, "hari, guru, vaisnava, bhagavata-gita."

Debido a la masa de devotos que rodeaba a la van, tuvimos que disminuir nuestra velocidad. Cuando llegamos a velocidad de paso de un hombre muchos devotos mayores se acercaron a las ventanillas para saludar y presentar sus respetos a Maharaja, fue muy profundo ver el intercambio de amor entre estos hombres, el sirvió junto a muchos de ellos a través de los años y era obvio que la camaradería que habían desarrollado en el servicio a Guru y Gauranga se había hecho más profunda.

Finalmente cruzamos las grandes puertas y nos acercamos al templo de Sri Sri Radha Madhava. Para ese momento la noticia de la llegada de Maharaja se había diseminado y la multitud había crecido a miles. "La bienvenida a un héroe", pensé, "y bien merecida."


Ayudé a Maharaja a bajar y a dirigirse al templo para tomar darsan de las Deidades, pero en un momento me empujó, como si le molestara que lo ayudara. No tomé ofensas, lo vi como un viejo soldado, disgustado por el hecho de necesitar ayuda. Maharaja ha sido un predicador activo durante la mayor parte de su vida. Una vez me dijo que preferiría el caer peleando que morir en la cama debido a una larga enfermedad. Un noble sentimiento para cualquier predicador, pero luego de unos pocos pasos Maharaja comenzó a debilitarse y tuve que agarrarlo para volver a ayudarlo. Entramos al templo. Maharajá se paró ante Sri Sri Radha Madhava y las ocho gopis, sus ojos estaban focalizados en Sus Divinas Formas, entonces sorprendió a todos alzando sus manos y bailando un poquito.


Siempre intentando aprender el arte de morir, lo observé de cerca, y pensé en un pasaje del Krsna Book:

quote:

Las flamas se incrementaban mientras el viento soplaba más fuerte, y parecía que todo lo móvil e inmóvil iba a ser devorado. Todas las vacas y los chicos se asustaron mucho, y miraron hacia Balarama y Krsna de la forma en que un moribundo mira un cuadro de la Suprema Personalidad de Dios.

[Krsna Book, "devorando el fuego del bosque"]


Luego muchos de nosotros ayudamos a Maharaja a subir a su cuarto, muchos devotos más nos acompañaron y rápidamente el cuarto de llenó de devotos que deseaban verlo. Más allá de su condición era el anfitrión perfecto, recibiendo sus bendiciones, palabras de aliento y aprecio.

Pero pronto se hizo obvio que el largo viaje desde Vancouver y el darshan se estaban cobrando su precio sobre Maharaja. Su abdomen se inflamó gravemente con líquido. Se llamó a un doctor y aquellos a los cuales se les permitió permanecer en el cuarto lo hicieron de una manera muy sobria mientras el doctor le revisaba el abdomen con un estetoscopio.

De repente Maharaja abrió sus ojos. "Es un niño, Doc." Dijo. El cuarto explotó en carcajadas. Todavía era el Swami Alegre.

Esa noche tuvimos kirtana en su dormitorio, Maharaja pidió verme por lo que me dirigí a su cama, estaba acostado y me recliné cerca de su rostro. Habló muy suavemente. "Has realizado tu deber, Maharaja, me has traído de una forma segura, estoy agradecido. Ahora mis discípulos se pueden hacer cargo de mi, no has estado en el festival de Mayapura por años, deberías participar de todas sus funciones, los devotos estarán felices."
Protesté. "Pero Maharaja..."
"No hay discusión" interrumpió. "Ven a mi habitación por las noches a cantar bhajans, eso será suficiente."


Durante la semana siguiente, mientras se estaban realizando los preparativos para la instalación de las Deidades Panca Tattva me dirigía de forma diaria al cuarto de Maharaja, aunque había rumores de curas milagrosas y doctores especiales, sabía que el tiempo de Maharaja ya había llegado.

Una noche le dije que quería que se focalizara en escuchar y cantar sobre Krsna -los deberes finales de cada devoto que se prepara para la muerte.
"Estás en lo cierto", dijo. "Tengamos más kirtanas. Tan sólo deseo quedarme para ver la instalación de Panca Tattva y para participar del festival de Gaura Purnima. Mi única ansiedad es que mis hermanos espirituales abandonarán Mayapura luego del festival"

Incrementamos los bhajanas y kirtanas en el cuarto de Maharaja hasta el día de la instalación de las Deidades de Panca Tattva. El evento fue grande, tanto como nunca hubiera visto, asistieron más de cinco mil devotos y Maharaja participó de alguna manera derramando sustancias auspiciosas sobre las Deidades durante la ceremonia de abhiseka, observando desde la distancia agradecí a las Deidades por haber cumplido el deseo de Maharaja de estar presente durante ese día.


Al día siguiente me acerqué a él para darle mi saludo final, tenía que volver a mis deberes en el Oeste. Me tomó mucho tiempo hacerme del coraje para entrar a su cuarto, entré y de una manera muy seria le pedí a Mayapura das que me permitiera verlo.

Se estaba duchando, pero pudo escuchar nuestra conversación. "¡Entrá 'Indie'!" gritó.
"Pero te estás bañando Maharaja" le contesté.
"Está bien, ya estoy terminando"

Abrí la puerta y lo encontré con una gamsha, apoyado sobre la pared de la ducha, apenas podía permanecer parado, pero sonreía de todas formas.
"Vengo a despedirme, Maharajá," le dije conteniendo mis lágrimas.
"Oh 'Indie'" dijo con su humor usual, "nos encontraremos nuevamente, no te preocupes, el servicio al maestro espiritual es eterno."
"Lo sé", le dije, "pero tal vez pase algún tiempo hasta que nos volvamos a ver."

Maharaja pensó por unos momentos y comenzó a sonreír. Entonces rompió en una canción que ambos conocíamos de nuestra juventud: "Que tengas un feliz viaje, hasta que nos volvamos a encontrar."
Una vez más había hecho de un momento difícil algo sencillo y riendo abandoné el cuarto. Pero cuando me encontré afuera la realidad de que no lo volvería a ver nunca me sobrecogió, caminando a mi taxi traté de contener las lágrimas que corrían por mis ojos mientras los devotos se acercaban para despedirme.

Dos semanas después, durante la auspiciosa aparición de Srinivas Acarya me encontraba en Laguna Beach hablando con Giriraja Maharaja justo afuera del templo cuando llegaron las noticias de que Sridhar Maharaja había dejado el cuerpo unas horas antes en Mayapura observando pacíficamente una foto de Srila Prabhupada. Fue exactamente una semana después de Gaura Purnima.

No importa cuán preparado pueda estar uno para tales eventos, siempre llegan para shockearnos. Giriraja Maharaja, siendo tan sensible como es, inmediatamente se emocionó. Oleadas de tristeza también llegaron sobre mí, pero me compuse pronto y sonreí. Pensé en lo amable que había sido el Señor Caitanya con Sridhar Swami, en aprecio a su constante servicio durante todos estos años el Señor había cumplido con los tres deseos finales de Maharaja y luego lo llevó a su destino superior.

Pensé en lo que había escrito Srila Prabhupada luego de que Jayananda Prabhu dejara el cuerpo:

quote:

Krsna te ha hecho un gran favor al no permitirte quedarte en este cuerpo enfermo, y te ha dado un lugar adecuado para tu servicio.

[Carta de SP, Mayo 5, 1977]


Sridhar Maharaja, tal como usted dijo, no va a estar presente para leer este capítulo. Pero es un hecho que yo soy el desafortunado al no poder ver más las glorias de tu próximo capítulo de vida. No hay duda que este fue un capítulo maravilloso al servicio de Srila Prabhupda y más sobre todo al haber sido sazonado con su humor, el cual alegró la vida de muchos en el pasado.

Querido Maharaja lo voy a extrañar, estoy en deuda con usted de tantas maneras, más notablemente por haberme enseñado el arte de morir -hasta que nos volvamos a encontrar-. Tal como dijiste en Londres, "De seguro tales relaciones no finalizarán cuando yo muera."

quote:

Razona mal quien dice que un vaisnava muere
¡cuando todavía está viviendo en el sonido!
Los vaisnavas mueren para vivir
y viven tratando de difundir los santos nombres..

[Srila Bhaktivinode Thakur]
Si desea enviar una KrishnaCard(TM) de SS Sridhara Svami, favor de visitar:
http://www.krishnacards.com/cgi-bin/search.cgi?sridhara

©2004 - SS Indradyumna Swami
www.traveling-preacher.com

©2004 Templo Virtual de ISKCON (trad. al español)
Se permite la libre reproducción exclusivamente a todos los programas de ISKCON,
siempre y cuando citen la fuente

Para enviar una Krishnacard de SS Indradyumna Svami favor de visitar:
http://www.krishnacards.com/cgi-bin/search.cgi?indradyumna

Agregue su Mensaje Aquí
Envío:
Negrita Itálica Subrayado Crear hiperenlace Insertar una imagen prediseñada

Usuario: Información de envío:
Esta es un área privada, sólo los Usuarios Registrados y los Moderadores pueden enviar mensajes desde aquí.
Contraseña:
Opciones: Permitir código HTML en el mensaje
Actvar URLs automáticamente en el mensaje
Acción:


Administración

Terminar Sesión
Dona al Istagosthi Virtual

Página Previa

Próxima página